Si usted ha nacido en un país rico con recursos naturales, que tenga metales únicos en el mundo y más aún, si usted es Presidente de la República, puede ser derrocado por el viejo orden mundial que agoniza económicamente.

Aún más, si se opone a las multinacionales que desean robar su riqueza para ponerla al frente de la comercialización de la nueva era tecnológica también le iría mal; es el caso que le ha pasado a Bolivia y su víctima el Presidente Evo Morales, quien canceló la explotación de litio a una multinacional alemana.

Dicho metal es la base fundamental para desarrollar los automóviles eléctricos. El litio es un metal considerado como el oro blanco del futuro y Bolivia es el país que tiene la reserva más grande del mundo.

Dicho oro blanco será utilizado en el futuro para la elaboración de las baterías de los nuevos automóviles eléctricos que desarrollan, actualmente alrededor de 400 empresas de China, para hacer una nueva opción frente al petróleo fósil qué utilizan los vehículos hoy en día; por lo que muy pronto el petróleo dejará de ser la única energía tradicional que mueva el transporte en el mundo.

El presidente Evo Morales ha sido un gran jefe de Estado para la República de Bolivia, pero su pecado capital fue enfrentar a una multinacional que desea explotar el LITIO.

Bajo la excusa de fraude electoral y de un cuarto gobierno con Evo al frente, los Estados Unidos se aseguran para que esa mina de litio no caiga en manos de Rusia y del gigante asiático: China, hoy en día en vanguardia del nuevo orden mundial.

De igual manera en Sudamérica, Perú, Chile y Argentina junto a Bolivia son los países con las mayores reservas de litio en el mundo, el que controle este oro blanco, venderá las materias primas para los carros eléctricos que se desarrollarán próximamente en el mundo.

Bolivia será una gran potencia exportadora del oro blanco y sería la primera economía de América Latina.

Uno de los legados del presidente Evo Morales para el pueblo boliviano, es que tenía una economía muy sana y exitosa y la tomó como última economía de Sudamérica, no se sabe qué viene para Bolivia, en la medida que las grandes mayorías caigan en la cuenta que la causa real de la dimisión del Presidente Evo Morales, fue defender los intereses de su país frente a los “buitres internacionales”.

A las multinacionales no les interesa si un gobierno hace fraude o si se perpetúa en el poder, sino lo que quiere es que el gobierno sea entreguista a sus intereses; así que cualquier país que tenga diferentes reserva de metales está expuesto a cualquier fenómeno político que vaya en la línea de controlar su país y su gobierno.

Esta pequeña victoria de la clase dominante, multinacionales y EEUU, dueña de todo en Bolivia, es una victoria con “patas cortas”ante el golpe de Estado contra el Indio Quechua que se retira sin respaldo de su ejército y policía de Bolivia; pero su visión por Bolivia se queda ahora en el compromiso que es de la mayoría indígena de América Latina, que representa a Bolivia, el cual se organizará y se incubará una nueva revolución social de incalculables consecuencias.

Lic. Juan Ramón Ardón, Mercadotecnista y Columnista El Norteño News