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Escojamos: una red o una útil herramienta

“Red de Mentiras” es el título de  un programa de un canal internacional y su simple nombre nos engancha a muchos para enterarnos de casos reales, referentes al peligro de navegar por internet y redes sociales, sin ningún tipo de precaución.

Licda. Verónica España , columnista de El Norteño News

Sin afán de querer promocionar tal serie, solo hago una reflexión que aunque las situaciones que ahí se presentan son de otros países, la realidad se asemeja mucho a la nuestra. Y es que quien no ha caído alguna vez en la tentación de buscar amistades, a través del Facebook o incluso una pareja. Aclaro, que hay casos en lo que todo ha resultado bien, pero esto no es la generalidad.

De los sucesos que más impactan es cuando depredadores sexuales buscan a víctimas tras una imagen falsa que se crean en el Facebook o en alguna otra red, y tras esa máscara se acercan sobre todo a niñas y jovencitas. Lamentablemente muchas veces logran su cometido: les roban su inocencia y hasta acaban con sus vidas.

Hace algún tiempo, un amigo me contó que su hija adolescente fue víctima de un acosador en el Facebook, y para fomentarle temor le mencionaba lugares que ella había visitado y familiares cercanos. Paradójicamente la madre de la chica es una jueza, con experiencia en condenar delincuentes, y como era de esperarse tomo el asunto en sus manos; pero, pese a los esfuerzos no se pudo hacer nada, el acosador no fue localizado y al final, la víctima tuvo que cerrar sus redes sociales por seguridad. Afortunadamente, esta vez, no hubo un desenlace fatal; aunque hay que pensar en el daño emocional y psicológico de la jovencita. Entonces, la palabra clave siempre es la misma: ¡evitar!

Es cierto que los delitos informáticos ahora son perseguidos con todo el rigor de la ley y el país está dando pasos firmes en esta línea, que deriva en “malhechores  cibernéticos” tras las rejas y otras personas de este tipo que ya están advertidas de no molestar más, a través de la web. Sin embargo, suele suceder que los que engañan por internet tienen una astucia tal para esconderse, por lo que el delito no siempre es castigado y queda en impunidad.

Sé que nuestros niños cada vez tienen mayor acceso a las herramientas tecnológicas y hasta es un requerimiento estudiantil usar la “compu” para buscar proyectos o resolver tareas. Por lo que también debe ser nuestro deber, el vigilar lo que buscan o ven en internet, no dejarlos en total libertad. No permitamos que nuestro hijos descubran el lado macabro de la web, ellos son luz no tienen por qué entrar en la oscuridad.

Pero como en todo, siempre hay otro lado de la moneda. Sé que hay personas que ocupan las redes sociales para sobresalir con su espíritu emprendedor: ofreciendo diversidad de productos de forma responsable, es así que crean un mini negocio que les genera ganancias. Además se ofertan empleos, a través de la web, y muchos encuentran una oportunidad para salir delante de forma honrada.

El mundo avanza y el internet hoy está al alcance de nuestra mano, por lo que es recomendable utilizar esa herramienta a nuestro favor. Educarnos, culturizarnos, informarnos son algunas de las ventajas que nos ofrece la web, hay que facilitarnos la vida y no complicarla.

Con respecto a la necesidad de socializar, sé que se han formado relaciones cordiales a través de las redes, se han reencontrado amistades de la infancia o se han localizado parientes con los que se había perdido contacto. ¡Eso es maravilloso!  Sin embargo, considero que la mejor forma de hacerse de buenos amigos y mantener buenas relaciones interpersonales es viéndoles a los demás su rostro en contacto directo, no a través de una pantalla, sintiéndoles la vibra que nos transmiten al estrecharnos las manos, al abrazarnos. Confiemos en nuestros instintos al conocer a los demás, sin dejar de pedirle a Dios que nos ilumine con sabiduría al brindar nuestra amistad, al abrir nuestro corazón.