Por: Lic. Vladimir Zaldaña .
La red social Twitter nació en el año 2006. Tres años después, en febrero de 2009, el presidente de la República, Nayib Bukele, inició su camino por mostrarle al mundo su vida a través de tuits.
A sus 26 años, y desde un celular, expuso su trabajo, familia y pensamientos personales por medio de 140 caracteres. Diez años después, esa red social, (junto con Facebook), lo llevarían a ocupar el máximo cargo en su país: Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y presidente de la República de El Salvador.
Hoy, once años después desde que abrió su cuenta de Twitter, y bajo un discurso presidencial social donde “caminaría con el pueblo” a la Asamblea Legislativa para luchar por las injusticias hacia el pueblo, aún no se ha visto gastar las suelas de sus zapatos. Veteranos de guerra concentrados en la Plaza Salvador del Mundo: No asistió por mencionar que ellos no representan a los veteranos.
Un pequeño grupo de salvadoreños que se concentraron para hacer una caravana a Estados Unidos: No asistió, sino que delegó a Migración y Extranjería para dialogar con ellos. Las organizaciones defensoras de Derechos Humanos, el Comité de Madres víctimas del conflicto armado y otras entidades realizaron conferencias de prensa, plantones en la Asamblea Legislativa, visitas a territorios: No asistió, ni delegó a nadie a pronunciarse frente a los hechos.
Está demás decir que el presidente no ha aceptado la audiencia que se le ha pedido por parte de un grupo de organizaciones defensoras de Derechos Humanos. Habitantes de diversas zonas de la capital denunciaron el suministro de agua en condiciones contaminadas: No asistió, porque delegó a los encargados de ANDA a mandar botellas con agua y pipas a dichas colonias como parte de un plan denominado “Plan Nacional de Agua”.
En Mejicanos sigue la fuerte presencia de pandillas controlando territorios: No asistió, prefirió encomendar al ministro de la Defensa en aumentar la cantidad de miembros a la corporación militar, y al ministro de la Policía a ocupar miembros de la Asociación Nacional de Seguridad Pública (ANSP).
Al parecer, delegar es su trabajo y tuitear cómo disfruta su hija Layla por los países a los cuales ha pedido permiso para visitar por motivos de búsqueda de inversión.
El mundo que quiere mostrarle a la primogénita es la de un padre que lucha por su país a través de una pantalla de 6.1 pulgadas y un equipo completo de comunicaciones que nunca le sacará una mala imagen para subirla a cualquier red social.
Y Nayib sigue caminando por el bulevar de los tuits rotos, parafraseando a Sabina.
En ese bulevar vive una reina de ojos brillosos, de pelo negro y piel blanca, con cuna de oro y viajes cómodos, con voz de pájaro y de nombre corto. Una reina que no entiende de encuestas, conflictos, represión ni historia.
Una reina que no conocerá a Evelyn, el desplazamiento forzado, los palabreros y mucho menos la negación de un trabajo por su zona de vivienda, visa a otros países o el desempleo.
Nosotros, los que sí recorremos ese bulevar de tuits rotos, los que no vivimos el conflicto armado y para los que sí y, como decía Roque Dalton, “los guanacos hijos de puta”, seguimos creyendo y trasladando una historia y herida abierta a nuestros descendientes. (Los conceptos vertidos son bajo la responsabilidad del autor )
Vladimir Zaldaña
Columnista El Norteño News
Se autodefine como Periodista crítico de la realidad nacional y de las conductas humanas.
Asesor técnico de radio a nivel de Centroamerica para el proyecto Comunitaria Radio y comunicador institucional.