El Presidente de la República, Nayib Bukele, recordó hoy en su cuenta de Twitter que, en 2015, durante una visita al Vaticano junto a su esposa, Gabriela de Bukele, el pontífice le expresó: “esperen la beatificación de Rutilio Grande”.
Fotografias: Cortesía CAFOCARES
(ENN) A raíz de que el papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el martirio del sacerdote salvadoreño Rutilio Grande, lo que abre una importante puerta para ser nombrado como beato de la Iglesia Católica, el Gobierno de la República se congratula por tan importante noticia, que honra la memoria, la fe y la causa histórica por la que fue asesinado por los escuadrones de la muerte en 1977.
“El Gobierno del Presidente Nayib Bukele celebra esta importante noticia para El Salvador, la Iglesia Católica, su feligresía y toda la población; la decisión de la Santa Sede de proclamarlo mártir y posible beato nos demuestra que este paso es muy significativo para la sociedad, la paz y la tranquilidad de nuestro país a través de la fe y los valores que profesaba el padre Grande, una persona contemporánea a San Oscar Arnulfo Romero”, externa el Gobierno de la República en un comunicado oficial.
El Vaticano informó hoy que el Papa Francisco recibió el viernes al prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Angelo Beciu, quien le presentó varios decretos para la beatificación entre los que se encontraba el de Rutilio Grande.
Entre los documentos estaba la declaratoria del martirio del sacerdote. Esta fue aprobada por el papa Francisco y permite, según el canon de la Iglesia Católica, que no haya necesidad de reconocer un milagro, como en otros casos, para ser nombrado beato.
Junto con Rutilio Grande también serán beatificados las dos personas que murieron con él: Manuel Solórzano, de 72 años y Nelson Rutilio Lemus, de 15. Los tres se dirigían a celebrar la eucaristía y fueron ametrallados en el vehículo donde se conducían en el municipio de El Paisnal, departamento de San Salvador.
El sacerdote jesuita era conocido como “padre Tilo” y fue el párroco de la iglesia de Aguilares.
El Gobierno de El Salvador respalda esta decisión del Papa Francisco y del Vaticano, que confirma que, junto a San Romero, nuestra sociedad tiene dos importantes referentes de la fe católica a nivel mundial.