Después de la turbulencia viene la paz.
Un pensamiento para consideracion en estos dias de cuarentena
En primer lugar, hay tiempo para todo.
Tiempo de abrazar y tiempo de dejar los abrazos (Eclesiastés 3, 1-11).
Una pausa en el camino a nivel nacional y mundial ante una enfermedad que no ha diferenciado.
Clases sociales, razas credos.
Todas las cosas tienen su tiempo. Ahora es tiempo de sedentarismo.
Busquemos ser creativos en otros tiempos.
Hemos salido adelante ahora no es la excepción.
Valoremos lo más grande que Dios nos ha dado la familia.
La comunidad humana que nunca pasa de moda.
Compartamos convivamos.
Compartamos las historias que nos identifican cuentos, leyendas.
Nuestra autoestima y motivación de salir adelante es la esperanza que nunca debe perder un salvadoreño.
Después de la tormenta siempre viene la calma.
No perdamos la esperanza, cuidándonos y cuidando los nuestros, frenaremos esta pandemia.