Por: Erick Ortez, freelance EN News

El infernal COVID–19, un enemigo invisible al ojo humano; pero, ¿Es invencible a la inteligencia humana?

(EN News) Si aplicamos adecuadamente todas las medidas sanitarias de protección; si nos convencemos que no estamos tan lejos de una infección; si nos olvidamos de lo material y valoramos lo esencial; talvez, sólo así, podamos vencer a este enemigo maléfico.

Recordemos algo muy importante: la principal puerta de entrada, el principal vector del virus somos los humanos; ya se ha dicho en reiteradas veces por medio de noticieros, comunicados oficiales, Ministerio de Salud, videos en redes sociales, entrevistas con epidemiológicos, anécdotas de personas recuperadas, instrucciones de la OMS, etc., que NO BASTA CON EL AISLAMIENTO SOCIAL Y NO BASTA CON USAR UN TAPA BOCA.

Hay que ir más allá, como por ejemplo: no recibir vistas de nadie; no salir de casa, salvo casos meramente excepcionales; utilizar de manera correcta los guantes y tapa bocas; lavar correctamente las manos; aplicar correctamente el alcohol gel o sus análogos; quitar los zapatos antes entrar a casa; quitar la ropa que se ha usado en el exterior de la casa; bañarse una vez se regresa de exterior de la casa.

Sin embargo, el punto principal que se debe poner muchísima atención es en la compra de alimentos. Cuando se va al mercado o supermercado para abastecerse de alimentos, se está cometiendo un error y en consecuencia abriendo la puerta al temible COVID–19.

DE NADA SIRVE aplicar todas las medidas que se conocen, ya que en los mismos productos entrará el virus al hogar. Se debe aplicar cualquier método de desinfección a estos productos; ya que, que muchas personas han TOCADO los mismo, desde su producción, almacenaje, transporte, repartición, nuevamente el almacenaje en supermercado, exhibición de producto en estantería, manipulación de compradores, comprador final, el dependiente o cajero del supermercado, y finalmente en nuestra casa.

Es muy importante, recordar que ya hay un caso en la ciudad de San Salvador, y esa red o nexo epidemiológico se volverá muy pronto en el principal proveedor de COVID–19; ahora más que nunca hagamos el “esfuerzo” por NUESTRA VIDA: ¡QUEDÁNDONOS EN CASA!