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El COVID-19 experiencia triste y amarga para migrantes fuera de casa

El momento más complicado es sin duda la incertidumbre de estar en peligro ante la pandemia y lejos de la querida patria que nos vio nacer; conscientes que en nuestros países de origen lo hemos dejado todo y más aún nuestras amadas familias.

Lic. Raúl Rosa Serrano, Mercadólogo y corresponsal EN News

(EN News) Acá en Costa Rica el COVID-19, con índices oficiales modestos de contagio, no ha generado el pánico y la alarma que ha desatado por ejemplo en El Salvador donde ha habido un confinamiento por más de 60 días y lo han manejado muy inteligentemente con la excepción que muchas familias pobres aguantan el latigazo de no poder salir a ganarse la vida.

Es justo hoy que esta experiencia inesperada nos tomó a todos por sorpresa y desde un ángulo externo uno aprende a valorar que no hay cosa más valiosa en esta vida que estar con la familia; esta pandemia del coronavirus que muchos ven con mirada apocalíptica desde varios ángulos es dolorosa y plantea el reto de tener que madurar más rápido para ser mejores personas.

Después de varios años viviendo y evaluando la situación de Costa Rica he constatado que en efecto es uno de los países con los mejores sistemas de salud del continente, con institutos científicos de avanzada y fuerte apoyo institucional para la población y concluyó que la educación de los pueblos es estratégica y vital para arrebatarle más vidas humanas al coronavirus.

Acá se ha culturizado a la gente que al Covid no se le debe tener miedo; sino más bien, se ha creado toda una armadura mental creando conciencia que todo ciudadano debe protegerse con medidas sanitarias ante esta pandemia y se ha vendido oficialmente un discurso esperanzador y de unidad; no de miedo y divisionismo.

La labor del gobierno tico fue temprana y muy responsable dando directrices a las instituciones de salud para afrontar con inteligencia el COVID-19, ofreciendo a la población la información necesaria que a permitido interiorizar en en su convicción cuál es la mejor forma de actuar para derrotar la pandemia.

Costa Rica cuenta con un sistema de salud pública universal, es uno de los países que más invierte en salud pública. La primera línea de contención han sido los Equipos Básicos de Atención Integral( EBAIS) repartidos por todo el país.

Estas fueron algunas de las razones más importantes que considere a favor de quedarme en un país que no es el mío, existiendo en la patria que me vio nacer mucha incertidumbre no sólo por lo que podría pasarme a mi en años recientes ; sino a mi familia, especialmente por la vorágine de violencia que tiene hundido a El Salvador por varias décadas.

Las medidas de contención y las campañas de concientización hasta el momento han conseguido evitar la propagación comunitaria del COVID-19 en Costa Rica , incluso este país y su sistema de salud ha llegando a ubicar y controlar perfectamente los focos de contagios. Todo eso se refleja en pocos paciente hospitalizados, dejando disponible casi todas las camas exclusivas para tratar el COVID-19; las cuarentenas en su totalidad se han cumplido desde los hogares, siendo efectiva la medida de multar hasta con 2.3 millones de colones ( 4,000$ aproximadamente) a personas que la han irrespetado irresponsablemente.

En Costa Rica nunca se impuso medidas tan extremas, ni decreto una cuarentena obligatoria, toques de queda, y tampoco se declaró un Estado de Emergencia, pero sí hubo cierres de fronteras, suspensión de clases y de eventos masivos.

El sector de ocio, turismo y algunos espacio deportivos fueron los más afectados; pero las tiendas y pequeños comercios no dejaron de operar, sólo redujeron considerablemente su afluencia habitual; el transporte público siguió funcionando a la mitad de su capacidad, las personas podían asistir a supermercados cuantas veces quisieran, pero sí había que cumplir con las normas de higiene y distanciamiento social.

Gimnasios y restaurantes ya están en funcionamiento a la mitad de su capacidad normal, en las entradas de los establecimientos siempre hay alcohol en gel, un grifo y jabón líquido para lavarse las manos; están siempre desinfectando carretillas, estantes, mesas etc.

Poco a poco se comienzan a levantar las medidas para retomar de nuevo el funcionamiento del país, la gente ya se está relajando y puede juzgar con acierto que todo es fruto del buen trabajo realizado hasta la fecha, aunque la situación complicada en el país vecino Nicaragua es preocupante para Costa Rica, ya que buscando alejarse del virus, muchos nicaragüenses atraviesan fronteras de manera ilegal.

Varias capturas han dado positivas al COVID-19. Mientras tanto yo sigo encomendándome diario a Dios, siguiendo las indicaciones en la mayor medida posible, esperando que todo esto pase y retomar de lleno a mi vida normal.