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Ironía de la vida!: los abrazos y besos el arma más peligrosa ante el Covid-19

Por tanto, recuerda mamá, papá y abuela, que sí hoy no los abrazo, es porque los cuido y los amo… “Ya nos reencontraremos Doña Celia, Don Salomé, Doña Josefina… “

Mtra. Artemisa López Carrillo, columnista EN News

 

(EN News) Los abrazos y besos en nuestra nueva realidad, deberán ser reemplazados por hechos y acciones con grandes dosis de amor, de ese amor en el cual sólo deseamos el bien del otro. Los abrazos y besos se han transformado en el arma más peligrosa ante la figura de Covid-19.

Sin embargo, no habrá impedimento alguno para abrazar y besar el alma y el corazón de quienes amamos, porque este aislamiento nos ha enseñado a ser más creativos, más solidarios, más empáticos, más generosos, más simpáticos y prestos para servir a quienes lo necesiten.

En suma, Covid-19 nos ha unido más y nos ha proporcionado la fuerza que requerimos para hacerle frente a su ofensiva.

Y esa fortaleza la tenemos porque Dios ha tocado cada uno de nuestros corazones. Será hermoso y muy emotivo regresar a la era, a la época, al tiempo, a la estación del romanticismo en todo su esplendor, porque en esta nueva normalidad seremos sorprendidos por la creatividad que hemos logrado desarrollar, cada expresión virtual estará impregnada de amor y cariño.

Cada carta, canción, poema, pintura, dibujo, fotografía, caricatura, u oración simple, con un “Te amo, Te quiero, Te extraño, Te pienso, etc., Llegarán a su destinatario de una manera DIFERENTE; tal vez por Messenger, WhatsApp o mensajería, pero estoy segura que, quien reciba estas muestras de amor y cariño, saltará, brincará, dará giros y vueltas, sonreirá, bailará o cantará la mayor parte del día.

En esta guerra las balas en forma de abrazos y besos, serán recibidas en esta nueva realidad de forma virtual o por mensajería, y lograrán con su cometido, hacer que nuestro corazón palpite aceleradamente y se llene de gozo y felicidad.

En definitiva, para el amor no existe la distancia, y este distanciamiento está consiguiendo que valoremos más a la familia, a los amigos, a los vecinos, a los conocidos…

Sigamos canalizando nuestras energías en cosas productivas, positivas y propositivas, continuemos conectamos con Dios, con nuestro ser interior, con nuestra consciencia, con nuestra esencia y convirtamos esta guerra en una campaña permanente de unión, de hermandad, de solidaridad, de consanguinidad y entendimiento. Asimismo, continuemos alimentando con amor nuestras fortalezas y saquemos de nuestro interior todo aquello que no sea sano, todo aquello que no sea de Dios.

No más debilidades, no más ataduras, ni sentimientos de culpa.

Seamos los mismos, pero completamente DIFERENTES y que nuestros ánimos no decaigan. No nos derrumbemos ante esta adversidad, hemos podido con situaciones más difíciles y esta guerra la ganaremos si nuestras emociones están equilibradas.

No más tristezas, no más angustias, no más lamentaciones, cambiemos los HUBIERAS por acciones encaminadas, dirigidas y producidas con absoluta responsabilidad y prudencia.

Vamos hermanos, vamos paisanos, vamos compatriotas, vamos México, vamos Salvador y mundo entero; abracemos esta experiencia con inteligencia emocional y saquemos esa casta, esa clase, esa calidad humana que siempre nos ha identificado en tiempos adversos, sequemos esas lágrimas y dibujemos una sonrisa en nuestro rostro.

Confiemos en Dios, en nuestro reinicio y en nuestra renovación. Somos grandes guerreros, no lo olviden!