Movilización de cadáveres con protocolos Covid-19 a la luz del día
Fuentes del Hospital Militar dignas de todo crédito aseguran que al interior del nosocomio hay muchos pacientes COVID-19, enfermedad que registra a diario varios fallecidos con cifras no oficiales; “posiblemente para evitar sospechas que las estrategias de combate a la pandemia no han surtido los resultados esperados”, dicen.
(EN News) En una carta que se ha viralizado en redes sociales supuestos médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Militar hacen un llamado a la sociedad salvadoreña a fin que se siga respetando al 100% el confinamiento y advierten que la amenaza del virus está latente.
“Infectarse con el coronavirus no es un resfriado común, hay fiebres altas, dolores de garganta y opresión en el pecho a tal punto que se siente como si se le fuera la vida y ahí llega lo peor; se necesita reanimación”, relatan los galenos
Aclaran en su escrito público que infectarse de coronavirus es una situación tan complicada como dolorosa para la sociedad salvadoreña que al parecer ha comenzado tener en broma el riesgo de infección pues se observa en las calles más personas transitando sin haberse terminado la cuarentena domiciliar.
“Se habla de ventilación, pero no es una máscara de oxígeno puesta en boca y nariz mientras usted disfruta acostado pensando en su vida, no. Es una ventilación invasiva, una intubación que se hace bajo anestesia general”, dicen los médicos.
Indican como advertencia que el proceso consiste en quedarse mínimo 2 a 3 semanas sin moverse, muchas veces boca abajo (decúbito prono) con un tubo en la boca hasta la tráquea, como único instrumento que permite respirar al paciente al ritmo de la máquina a la que se está conectado.
No puede hablar, ni comer, ni hacer nada de manera natural porque la molestia está ahí y el dolor intenso en el portador de COVID-19 requiere de la administración de sedantes y analgésicos para asegurar la tolerancia al tubo.
Durante el tiempo que el paciente necesite la máquina para respirar, permanece en un estado de coma inducido, esto es, un coma artificial.
“En 20 días con este tratamiento, un paciente joven llega a tener una pérdida de masa muscular de un 40% y la posterior reeducación será de 6 a 12 meses, asociado a traumatismos severos de la boca o de las cuerdas vocales. Es por esta razón que las personas ancianas o frágiles en su salud, no aguantan, expresan.
Finalmente los especialistas solicitan a la población que difundan mensajes sobre el peligro persistente que representa el COVID-19, especialmente para las personas que han visto en la cuarentena un argumento para desafiar a las autoridades.