Las internas, si bien fue un proceso incipiente que generó pequeños problemas técnicos, dio a la militancia y a El Salvador, una de las mejores lecciones de democracia interna para el mundo.
(EN News) Luego de las internas de Nuevas Ideas celebradas de manera digital el pasado 19 de julio se derivó una mezcla de felicidad en los ganadores versus el sabor amargo de los perdedores, que al parecer aún no digieren el mal sabor de la derrota en una contienda donde cada participante soñaba llevarse el trofeo del campeonato y nunca perder.
Con toda la legitimidad de sus reacciones ante un proceso aún en pañales como fue la elección digital de los candidatos de Nuevas Ideas para los comicios generales del paÃs a celebrarse el 28 de febrero del 2021, grupos de Nuevas Ideas Las Vegas , secundados por algunas voces en El Salvador inconformes con el resultado del proceso han vertido duras crÃticas sobre presunto fraude electoral.
De manera tácita denuncian que la elección interna online en Nuevas Ideas no fue las más afortunada porque según ellos se contaminó de arbitrariedades y fraude; señalamientos que por supuesto no comparten los liderazgos principales de Nuevas Ideas en la Diáspora de USA.
El reconocido empresario, Danny Amaya, es fundador de Nuevas Ideas Maryland y su opinión sobre el tema es que los auténticos correligionarios del partido celeste, más que señalar y despotricar, deben propugnar por la unidad granÃtica para destronar a sus verdaderos rivales en las elecciones 2,021 cuando verdaderamente se verán las caras con los «originales enemigos de la democracia» que sà tienen experienca magistral en el ejercicio de fraudes electorales.
En opinión de Amaya los genuinos militantes de Nuevas Ideas que aman el partido por convicción deben dar ejemplos de sensatez y madurez mediante un trabajo unificado que permita hacerle frente desde la trinchera polÃtica a los problemas más graves que el paÃs tiene en diferentes renglones; por tanto, asegura que las y los ciudadanos que aman de corazón a la institución deben ser más disciplinados y no hablar con dolo.
Y es que luego de los resultados del 19 de julio en las internas de Nuevas Ideas han emergido nuevos liderazgos que también exponen su sentir respecto a un proceso electoral, que si bien fue incipiente y géneró pequeños problemas técnicos, dio a la militancia y a El Salvador, una de las mejores lecciones de democracia interna participativa para el mundo.
Para Gio Mata, lÃder de Nuevas Ideas Nueva York, es importante que la diáspora salvadoreña en USA y la militancia de Nuevas Ideas en general, actúe con sensatez luego del proceso de elecciones internas, poniendo como ejemplo que asà como él participó como precandidato y perdió, también asumió con gallardÃa la derrota; una receta que deben ingerir todos los perdedores, según sus opiniones vertidas en el programa «DC Expess News».
Mata sostiene que esta convulsión interna generada después del 19 de julio debe llevar a una decisión no deseada pero necesaria y acorde con las circunstancias: la emigración de todos aquellos militantes que no se sientan cómodos con los nuevos liderazgos de partido porque no se vale estar atacando desde adentro.
«Como decÃa mi abuelita es preferible echar merthiolate o creolina a la parte de un cuerpo afectado para extirpar un mal, antes que la enfermedad avance y dañe a toda su anatomÃa sana», expresó metáforicamente Gio Mata.
Similares opiniones virtieron los liderazgos de Nuevas Ideas en California a través de su vocero, Salvador Pascasio, Josué Oseguera representante en Texas, y por supuesto, Danny Amaya , lÃder empresarial que lleva la voz cantante del partido en Washington, Maryland y Virginia.
Danny Amaya concluyó su conversatorio en este segmento de entrevista en USA instando a la militancia de Nuevas Ideas a cerrar filas alrededor de este gran proyecto democrático, como también aconsejó a todo aquel ciudadano o ciudadana que no se sienta feliz dentro del Partido separarse de una manera elegante y profesional, sin hacer mucho ruido porque la filosofÃa partidaria consiste en sumar y multiplicar ; nunca restar, ni dividir.