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La mujer y el arte en El Salvador (parte I)

¿Existen mujeres destacadas históricamente, que jugaron un papel importante en el arte salvadoreño?

Written by: Dacxilia S. Deras
Artista visual y escritora-colaboradora EN News

(EN News) ¿En la actualidad cual está siendo el papel de la mujer en el arte salvadoreño?
Inicio con estas interrogantes en mi mente, tratando de ver como el rol femenino ha sido evolutivo en todos los sentidos, sin exceptuar las bellas artes. Delimitaré por hoy el parámetro y concentro la escritura a hablar un poco dentro de la disciplina de las artes visuales que ya suficientemente amplio, todo en el escenario salvadoreño por el momento.

Una amplia explicación del rol de la mujer en la historia del arte la encontramos en la obra de Lourdes Méndez, “Antropología de la producción artística”, donde exalta el gran esfuerzo por lograr el lugar que les corresponde como seres humanos, ya que en el pasado se tenia muy en cuenta si una obra artística era fruto de la creatividad de un hombre o de una mujer, en lugar de su estética y mensaje. Desafortunadamente, nuestro país no fue la excepción a la regla y por muchas razones, sociales, económicas, estereotipos, políticas, tradiciones, prejuicios y otras más, la mujer ha sido condicionada a un pobre desarrollo en las artes.

Venimos de una sociedad donde la mujer debía renunciar a su talento o conceder el mérito artístico a su marido o incluso usar un nombre falso para destacar, donde el papel de la mujer se limitaba a tener hijos y cuidarlos, así como mantenerse en casa y ser sumisa a su marido. La influencia europea en el pasado fortaleció lo tradicional que ya regía una sociedad indígena donde la mujer no podía hablar o mirar a los ojos directamente.

Luego de siglos de acallamiento de la mujer en el arte en todo el mundo, se comienza a valorar el papel de la misma y también podemos ver las primeras manifestaciones de ello en nuestro país, todo esto posible después de arduas luchas por las féminas en todos los sectores sociales, por el momento no entraré en detalle en ese aspecto.

En ese sentido, podemos recordar después de la época colonial barroca, el apogeo artístico salvadoreño, llegando hasta el establecimiento de la Academia de Dibujo de Valero Lecha, la cual fuera un empuje extraordinario para el arte en el siglo XX en el país, y su alcance fue mas propicio para los no académicos, de pocos recursos económicos y por consiguiente para la mujer salvadoreña.

Aun así, contadas son las artistas destacadas, como Julia Díaz, Mercedes Soriano, María Teresa Ticas, Rosa Mena Valenzuela, Dinora Preza, Conchita Kunny Mena, y Elisa Archer. Luego inicia el periodo vanguardista, en el cual la corriente autodidacta se fortalece y Zélie Lardé, es valorada como la primera pintora primitivista autodidacta del siglo XX.

Luego de los años 80’s. época del pintor Carlos Cañas, pareciera se produce un aparente silencio de féminas artísticas, para mostrarse con fuerza entre los artistas, de una manera aislada y única en su trabajo artístico a La Negra Álvarez, quien fuera considera una de las mejores escultoras y pintoras de los años 90’s en toda Latinoamérica.

Comienza un período de artistas emergentes, novedosos, de arte de acción, sin tabúes, y mucho color, entre ellos encontramos a Mayra Barraza, Sonia Melara y Alexia Miranda.

Como vemos, el papel de la mujer ha estado condicionado al desarrollo social de la historia, y ha de valorarse el esfuerzo de todas por querer dejar de ser el objeto representado en las obras y pasar a ser artífices, con un nombre y apellido de peso en las argollas del arte.

Ya no son más “objetos” del arte, ahora son representadoras, innovadoras cuyas obras comienzan a tener más fuerza y a adquirir un lugar en el ámbito social y artístico. Salir abruptamente del periodo vanguardista, ha sido lo mejor que le ha sucedido a la mujer artista, para convertirse en protagonista emergente, gracias a la lucha de las antecesoras, ahora podemos seguir el camino y hacer firme la brecha de esa independencia artística. Ya no seremos más relegadas a un tercer plano, la generación Millennial está inclinando la balanza.

La mujer artista Millennial, como en otras áreas sociales, esta marcando una nueva perspectiva en las artes, afirmándose con más seguridad en su desarrollo, con libertad de decisión, conectada a redes sociales, sin tabúes, orienta su arte a una combinación de procesos antiguos y tradicionales con novedosos y espontáneos, obteniendo resultados rápidos y exitosos.

Su obra se caracteriza por la solución visual crítica y sin complicaciones, con un mensaje directo y sin tapujos, extendido en todas las disciplinas. La artista Millennial, desarrolla múltiples disciplinas artísticas, sumamente autodidacta y extrovertida. Estamos justo en el periodo donde el rol de la mujer como artista proyecta una gran energía y espontaneidad.

Continuará la próxima semana…