Correos de El Salvador apuesta por el comercio electrónico y los servicios al ciudadano
Market SV impulsa la recuperación económica inclusiva en El Salvador al integrar a emprendedores y micro y pequeños empresarios, quienes conectan con la demanda, acceden a la red logística y la alianza con los servicios bancarios para comerciar sus productos.
(EN News) La aceleración digital de los últimos meses ha dejado grandes transformaciones. Organizaciones de todos los sectores y tamaños se apalancaron en la tecnología para continuar enseñando, produciendo, operando y prestando los servicios a los ciudadanos durante las restricciones impuestas por la crisis global de salud pública. Y, a pesar de las dificultades y los enormes desafíos, los salvadoreños han dado muestras de una enorme creatividad y capacidad de adaptación.
Sectores que suelen ser tradicionales como los servicios estatales -que probablemente no están entre los primeros de la lista cuando se piensa en grandes cambios- han roto paradigmas en el país y en la región. Es el caso de Correos de El Salvador, una entidad adscrita al Ministerio de Gobernación y Desarrollo Territorial, que está demostrando al mundo que, a pesar de la crisis generalizada y global de los servicios postales en derivados del surgimiento del internet y de nuevas plataformas de comunicación, hay modelos de negocio que pueden potenciar sus activos únicos y reinventarse para servir a los ciudadanos.
Lejos de darse por vencido en la pandemia, el Gobierno vio con Correos de El Salvador una oportunidad para innovar. Al fin y al cabo, Correos contaba con un activo valioso: es una de las pocas entidades del país que tiene cobertura total de los 262 municipios, cuenta con 95 sucursales, una red logística robusta y más de un millón de clientes, un potencial envidiable para cualquier industria.
“Quedarnos de manos cruzadas no era una posibilidad para nosotros, entonces decidimos crear Market SV, un proyecto muy ambicioso para llevar los productos de los empresarios salvadoreños hasta la puerta de las casas”, afirma Mario Durán, ministro de Gobernación y Desarrollo Territorial.
Era un reto enorme dada la difícil situación financiera en la que se encontraba la entidad. De acuerdo con Franklin Castro, director de Correos de El Salvador, en 2019 la operación estaba con serias dificultades financieras, incluyendo deudas a proveedores y a los servicios postales del mundo. Sin embargo, el ministro Durán y el director Castro tenían claro que la operación logística de Correos de El Salvador abría posibilidades de hacer mucho más que el servicio postal tradicional y revertir la situación.
También sabían que existía un sinfín de necesidades insatisfechas que Correos podría ayudar a solucionar: desde la falta de una plataforma de comercio electrónico segura, eficiente e integrada con servicios bancarios y logísticos y con costos razonables para los pequeños y medianos empresarios, hasta la oportunidad de consolidar un servicio unificado que centralizara los trámites con el Estado.
Un sistema seguro y organizado que reuniera la oferta turística y cultural, hasta un sistema expedito y de bajo costo para ayudar al sector privado a cumplir con trámites y requerimientos de Relaciones exteriores o de comercio exterior. Cuando estaban en medio de la planeación de este sueño, llegó la COVID. Las necesidades se multiplicaron y se hicieron más apremiantes. Y Correos pisó el acelerador.