Asesores de Biden se reunirán esta semana con fabricantes de la vacuna contra el COVID-19 e indagarán detalles del plan de vacunación con farmacéuticas.

(EN NEWS) Los asesores científicos de Joe Biden se reunirán con fabricantes de vacunas en los próximos días, mientras la transición presidencial sigue estancada en Estados Unidos debido a la negativa del presidente Donald Trump a reconocer que perdió las elecciones, según proyecciones de varios medios del país.

Ese traspaso demorado es especialmente problemático durante una crisis de salud pública, dijo el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno.

“Por supuesto que sería mejor si pudiéramos comenzar a trabajar con ellos”, dijo el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y quien ha pasado por múltiples transiciones presidenciales durante 36 años de servicio gubernamental.

Fauci comparó el proceso con los corredores en una carrera de relevos. “No quieres detenerte y luego dársela a alguien, básicamente quieres seguir avanzando”.

“Vamos a iniciar esas consultas esta semana”, dijo el jefe de despacho de Biden, Ron Klain, citando a Pfizer y otras compañías farmacéuticas. “Joe Biden se convertirá en presidente de Estados Unidos en medio de una crisis en curso.

El anuncio de Pfizer de que los datos preliminares indican que su vacuna tiene una efectividad del 90% hizo subir a los mercados financieros la semana pasada y dio a las personas de todo el mundo la esperanza de que llegará el fin de la pandemia.

“Si se aprueba, tenemos la posibilidad de una vacuna que comience (a distribuirse) quizás en diciembre, enero. Nuestros expertos necesitan hablar con esas personas lo antes posible para que nada se deshaga en este cambio de poder”, agregó Klain.

Pfizer dice que los primeros datos indican que su vacuna es eficaz contra COVID-19; en camino de buscar la revisión de Estados Unidos a finales de este mes.

El acercamiento de Biden a los fabricantes de vacunas se produce mientras la pandemia de coronavirus en Estados Unidos ha entrado quizás en su fase más peligrosa.