Los recientes huracanes “Eta” y “Iota” han causado grandes estragos a la producción de granos básicos en nuestro país, un 80% del frijol se perdió y un 20% del maíz también.
(EN NEWS) Así lo expresaron hoy representantes de la Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria de la Región Central, al indicar que a esto se suman a los efectos ocasionados por la pandemia covid 19 más las tormentas “Amanda” y “Cristobal” con el consiguiente agotamiento de las reservas alimentarias.
Pese a ello, mientras la pandemia afectaba a toda la población, los pequeños agricultores no detuvieron su trabajo, produciendo alimentos, incluso a costa de las trabas para comercializarlos, con poco o nulo apoyo estatal, ya que solo un 37% de la población rural recibió el bono de $300.
Los productores agrícolas resienten el abandono en las políticas gubernamentales,y hasta este momento denuncian ningún plan de apoyo y reactivación de la agricultura post-pandemia.
En conferencia de prensa expusieron esta mañana que la producción de grános básicos vuelve a recibir otro fuerte golpe, con pérdidas de hasta un 80% en el frijol y un 20% maíz a nivel nacional.
Sólo en el Departamento de La Libertad se estiman daños a 15 mil manzanas de frijol que ocasionará la pérdida de unos 173 mil quintales y daños severos en 31 mil manzanas de maíz con una pérdida de hasta 350 mil quintales.
«Esto es grave sin que exista hasta el momento ningún plan de acción para hacer frente a la escases de alimentos, a la falta de ingresos para el campesinado y la reducción del empleo rural», expusieron.
A lo anterior, se le suman los precios bajos a los que los campesinos y campesinas se ven obligados a vender la poca producción de maíz y frijol, y que no son suficientes para cubrir sus costos mínimos y que se mantienen así por la inundación de producto importado.
Ante la anterior situación, la Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria de la Región Central plantea lo siguiente:
Al ejecutivo:
*Implementar un plan nacional de atención a las pérdidas de campesinos y campesinas.
*Crear un fondo especial para inversión no reembolsable en la producción de alimentos en manos de la agricultura familiar a nivel nacional.
*Transparentar y generar participacipación ciudadana para el manejo de recursos, proyectos y políticas destinadas a la producción de alimentos.
*Implementar la política pública de mujeres rurales, indígenas y campesinas.
*Construir de manera participativa una política de impulso nacional de la agroecología para hacer frente al cambio climático.
*Implementar una politica de compras locales a pequeños productores y productoras antes de realizar importaciones masivas a costos sumamente altos.
Al legislativo:
*Aprobar la Ley de Soberanía Alimentaria que contemple las exigencias del movimiento campesino y que lleva más de 12 años.
*La aprobación y posterior ratificación de la reforma constitucional que reconozca el Derecho humano a la alimentación y al agua.
A la población:
*Apoyar en consumo local de alimentos.
*Presionar a sus autoridades locales y nacionales para realizar acciones de apoyo a la producción de alimentos sustentable.
*Participar activamente en la exigencia de los derechos a la alimentación y al agua.
