“Suspiro de Muerte” una obra de motivación para apreciar la vida
“La vanidad de este mundo consume la verdadera belleza humana: la vida, y nadie sabe apreciarla hasta que está cerca del lecho de la muerte”, dice el joven escritor salvadoreño.
(EN NEWS) Douglas Alejandro Tobar Canizalez conocido en el ambiente artístico y académico como “Alejandro Ayalá” dio a conocer su más reciente obra literaria “Suspiro de Muerte” no como una apología al más allá; sino, con el propósito de motivar un despertar de la conciencia colectiva para apreciar la vida en toda su dimensión.
Alejandro Ayalá es un joven escritor salvadoreño que a sus 33 años de edad ha consagrado la mayor parte de su tiempo al mundo de la ciencia, la historia y la literatura, con peculiar hábito de leer, analizar e interpretar la realidad a la luz de diferentes obras de diversos pensadores salvadoreños y del mundo.
Canizalez tiene profundo respeto y admiración por varios escritores connacionales como Roque Dalton, Roberto Armijo, Alfredo Espino, Manlio Argueta, entre otros, como fuente de inspiración salvadoreña para fomentar la avidez por aprehender la realidad y transformarla a través de su pluma.
“Suspiro de Muerte” es una dedicatoria a la vida, nos habla no sólo del Covid-19, sino resume la vivencia de algunas de amistades de Alejandro que han sufrido y muerto por otras muchas causas. Llegó el momento de inspirarse, durante 3 días lo escribí, dice el joven escritor.
“La vanidad de este mundo consume la verdadera belleza humana: la vida, y nadie sabe apreciarla hasta que está cerca del lecho de la muerte”, son algunas palabras reflexivas de Alejandro Ayalá en su obra Suspiro de Muerte, presentada públicamente en la Embajada de México en El Salvador entidad diplomática que le ha apoyado mucho a través de la unidad de promoción cultural.
A sus 33 años Ayalá es también profesor de inglés con amplia dedicación a la auto formación que busca convertir a través de sus libros en una motivación para la humanidad a fin de poder sobreponerse a los tiempos difíciles que se viven planetariamente.
“Me gusta la gente sentipensante que no separa la razón del corazón, que siente y piensa a la vez sin divorciar la cabeza del cuerpo, ni la emoción de la razón”, expresa extrapolando el pensamiento de Eduardo Galeano de quien obtuvo una visión más amplia de la vida, el pensamiento y el amor.
En otro tema, Alejandro sugiere que ante la situación difícil que se presenta a nivel mundial con el tema político, es importante que en cada país las personas tome conciencia de la necesidad de aportar a una transformación social y no quedarse en el nivel de espectadores.
“Vivimos tiempos difíciles y esto no cambiará mientras el pueblo no despierte. Los pueblos deben exigir a los políticos porque la política debe estar al servicio de los pueblos”, reflexionó Ayalá en entrevista exclusiva.