Covid-19, definitivamente es un virus que nos ha enseñado un sinfín de cosas, de tal manera que hoy en día, somos los mismos pero DIFERENTES en todos los sentidos.

Sin lugar a dudas, Covid nos ha dado una tremenda lección de vida, nos ha doblegado, nos ha disciplinado con el acompañamiento de toda una orquesta de emociones no sanas, entre ellas; el sufrimiento, el dolor, la tristeza, la angustia, la desesperación y la constante incertidumbre, pero también nos ha mostrado el camino para mejorar nuestra inteligencia emocional en tiempos de PANDEMIA.

Y lo positivo de esta crisis sanitaria, es que estamos aprendiendo a comprender y a gestionar eficazmente nuestras propias emociones y las de los demás.

Por fortuna nuestro coeficiente emocional es moldeable y lo podemos desarrollar y mejorar si utilizamos los métodos adecuados.

Por lo anterior, en esta ocasión hablaremos un poco de la neuroplasticidad.

La neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro para cambiar a lo largo de la vida y, ésta permite a las neuronas regenerarse tanto anatómica como funcionalmente y formar nuevas conexiones sinápticas.

Por lo tanto, no hay mejor medicina para adultos jóvenes y mayores que bailar.

En este sentido, existen cuatro químicos naturales en el cuerpo conocido como el CUARTETO DE LA FELICIDAD: endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina y cada uno tiene un trabajo especial que hacer y se apaga una vez que el trabajo está hecho.

La endorfina es la más importante de todas, pues su tarea principal es hacernos sentir felices. Pero está muy bien acompañada por la oxitocina u hormona del amor; la dopamina, responsable de la motivación y el placer; y la serotonina, que nos ayuda a tener un estado de ánimo tranquilo y relajado.

Sería bueno que surgieran todo el tiempo, pero no funciona así, estos químicos se pueden activar sin necesidad de medicamentos, de ahí que, bailar, cantar, ejercitarse y hasta trabajar en equipo sean actividades que proporcionen la felicidad, la estabilidad y un mejor aprendizaje escolar y para la vida.

Ante la adversidad, debemos buscar y poner en práctica todas las estrategias necesarias para mantener nuestra salud física y mental en óptimas condiciones.