AÍDA GRANILLO, UNA APASIONADA DEL BOWLING
Como parte de su trabajo dirigencial, Granillo fue elegida el año pasado como miembro propietaria del Comité Directivo del INDES, por el sector de federaciones.
(EN NEWS) —Nacida en San Salvador en 1955 e hija de padres migueleños, Carmen Aída Granillo Barrera incursionó en la disciplina del bowling en la década de los 70 y desde entonces, gracias a sus destacadas actuaciones y logros en competencias internacionales, se constituyó en una referente femenina del deporte salvadoreño.
A pesar de no ser muy apasionada al fútbol, que su infancia la vivió en San Salvador y realizó sus estudios en el Colegio Guadalupano, la experimentada bowler, quien es abogada de profesión, reconoce ser una “Aguilucha de corazón”.
“Entré a la Universidad Nacional a estudiar derecho, porque mi papá era abogado, por eso tuve la influencia de él en todos los sentidos, ya que él era un hombre íntegro, por eso, creo, siempre he sido muy conservadora”, reflexiona Granillo al hablar de su padre y la decisión que tomó para convertirse en abogada.
Y fue en 1978, año que inició sus estudios universitarios, que Granillo tuvo su primer acercamiento con el bowling en las pistas del extinto y famoso Bolerama Jardín, a donde acudía con sus compañeros a divertirse.
“Me gustó mucho este deporte, porque además de que tiene mucha técnica y condición física, lo más importante del boliche es la parte mental, entonces usted puede ser el mejor jugador del mundo y tener una buena técnica, pero si no tiene mentalidad de ganador y si no tiene mentalidad de competidor, nunca lo logrará”, reflexiona.
Fue así que con esfuerzo y sacrificio comenzó a realizar ambas actividades, hasta convertirse en una de las mejores cartas del boliche salvadoreño. Eso sí, Granillo también se auxilió de la psicología deportiva para lograr sus objetivos, con métodos de auto visualización.
En adelante, la atleta comenzó a cosechar infinidad de logros deportivos, los cuales ahora se reflejan en sus incontables medallas y trofeos acumulados durante sus 37 años de carrera deportiva.
Incluso, durante 31 años se mantuvo como campeona nacional invicta, fue ocho veces campeona centroamericana en la modalidad individual, posee el récord mundial de mayor asistencias a la Copa del Mundo Qubica-AMF (17 asistencias), entre otros logros.
Dentro de sus preseas más valiosas destaca la medalla de plata en los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2002, la cual define como una de las conquistas más significativas para el país.
En el 2015, Granillo decide retirarse tras haber participado en los XXII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, al darse cuenta que la emoción al botar los pines, había disminuido.
“Me paré en la pista y de repente ya no sentía en el estómago las mariposas, entonces me dije: es la hora de retirarme, porque cuando ya no se siente esa emoción y ese deseo de dejar todo en las pistas, es mejor dar un paso al costado. Entonces ahí fue que anuncié mi retiro”, explica la bota pines.
De 2015 al 2016, Aida fungió como vocal en la junta directiva de la Federación Salvadoreña de Bowling y posteriormente optó a la vicepresidencia. Pero cuando el ingeniero José Antonio Guandique decide retirarse de la presidencia de este organismo, tras casi 30 años de servicio, la vida le abre la oportunidad para dirigir la federación que la vio crecer como atleta.
“Cuando llegué a la asamblea, no tenía ninguna intención ni me había postulado para optar por el cargo (de presidenta), pero ellos (asamblea) me propusieron. Yo me asusté, porque fue un voto casi que unánime y ahí me metí. Ahora estoy de lleno porque así soy, cuando agarro algo trabajo hasta sacarlo adelante”, expresa Granillo quien asumió la presidencia de la Federación Salvadoreña de Bowling, en el 2017.
Atleta, madre, esposa, profesional
Fuera de las pistas de los boleramas, Aída Granillo también ha hecho sacrificios de familia, ya que la exitosa deportista también es madre, mujer, profesional y dirigente; sin embargo, ha podido sortear con éxito cada rol.
“Ser atleta y mujer es agotador. Sólo lo puede hacer alguien a quien le guste y que tenga esa pasión para dedicarse al deporte, ya que uno tiene que ver de dónde saca el tiempo, porque a veces agobia. Pero cuando se dan los resultados uno siente una satisfacción que ni les cuento”, explica con orgullo la ex atleta.
En la actualidad, Granillo considera que aún existe una brecha que debe irse reduciendo respecto a la participación de las mujeres en el deporte salvadoreño, pero para ello debe haber un trabajo en conjunto con las entidades oficiales para promover acciones que fortalezcan la participación deportiva de las féminas.
“Para el éxito femenino nos debe de gustar y apasionar lo que hacemos, yo jugué hasta los siete meses de embarazo, y me decían ¿cómo puedes hacer eso? y yo les contestaba: hay que tener pasión por lo que se hace, y en eso es lo que estoy trabajando con los atletas de la federación”, indica Granillo.
Como parte de su trabajo dirigencial, Granillo fue elegida el año pasado como miembro propietaria del Comité Directivo del INDES, por el sector de federaciones.
“Trabajar en el comité para mí es enriquecedor, yo me siento novata y estoy aprendiendo un montón de cosas, fue algo que de repente sucedió también. Cuando me propusieron yo dudé porque nadie me conocía y nadie iba a votar por mí, pero las federaciones me dieron su voto de confianza y aquí estoy”, menciona la dirigente, quien fue propuesta por las federaciones deportivas.
Para Aída Granillo ser mujer no le ha imposibilitado cumplir sus metas y considera que todo lo vivido ha sido la gasolina de su motor para seguir conquistando sus sueños. Es por ello que considera que desde su trinchera luchará para que en un par de años las posiciones importantes del país puedan ser, en su mayoría, lideradas por mujeres.
“Nosotras mismas nos ponemos las limitaciones, tenemos la inteligencia para hacer las cosas, si es algo físico con mucho sacrificio y dedicación podemos lograrlo, yo me siento capaz, no me siento menos, tengamos fe en nosotras mismas”, valoró.