Mañana 12 de marzo se conmemora el 44 aniversario del asesinato de Rutilio Grande
El sacerdote salvadoreño es el más famoso en el mundo, sólo después de Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, su amigo personal y superior inmediato en aquella época.
(EN NEWS) —Conocido como “El Padre Tilo”, un sacerdote de línea jesuita, cumple mañana viernes 12 de marzo 44 años de haber sido asesinado en El Paisnal, junto a un adulto mayor de 72 años y un adolescente de 15. Ambos son considerados también “mártires” por la Iglesia Católica.
Su nombre real era Rutilio Grande García, nacido el 5 de julio de 1928 en El Paisnal, quien al igual que San Oscar Arnulfo Romero lleva un proceso de beatificación en el Vaticano bajo el auspicio del Papa Francisco.
Junto al sacerdote fueron asesinados la tarde de aquel fatídico 12 de marzo Manuel Solórzano de 72 años y Nelson Rutilio Lemus, de 15; los tres se conducían a bordo de un jeep tipo safari hacia El Paisnal, donde se oficiaría una misa.
Los tres religiosos fueron ametrallados a eso de las 5:00 de la tarde. La Iglesia Católica ahora reconoce también a Solórzano y a Lemus como mártires de la Iglesia por “odio contra la fe” proveniente de grupos de ultra derecha y militares de alta graduación.
Rutilio Grande es el católico salvadoreño más famoso en el mundo salvadoreño, sólo después de Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, su amigo personal y superior inmediato en aquella época.
Se suele decir que el asesinato de Grande provocó un giro en Monseñor Romero que hasta entonces era considerado un obispo conservador, cercano a las élites de derecha y de ahí uno de los razonamientos para la búsqueda de su santificación.
Los investigadores determinaron que el sacerdote jesuita y sus dos acompañantes recibieron 19 impactos de bala, calibre 12, tipo “doble cero”, un proyectil blindado de uso militar.
Grande, era el hijo de Salvador Grande -alcalde de El Paisnal durante varios períodos y de Cristina García quien murió cuando el futuro sacerdote tenía solo cuatro años- entró al seminario en 1941 y luego de ordenarse, se destacaría como formador de los futuros clérigos en el seminario de San José de la Montaña de San Salvador.
En 1967 comenzó su amistad con Óscar Romero, sacerdote diocesano: un vínculo que crecería a través de los años, ya que en junio de 1970, Grande sirvió como maestro de ceremonias en la ordenación de Romero como obispo auxiliar de San Salvador.
En 1972, Grande fue nombrado párroco en Aguilares, y fue uno de los fundadores de las Comunidades Eclesiales de Base, lo que generó molestias de terratenientes locales, así como críticas de sacerdotes más conservadores.