El “Equipo Europa” es el principal donante de COVAX con 2,200 millones de euros para la vacunación del COVID-19, siendo el mejor vehículo para cumplir con la solidaridad internacional de vacunas.

(EN NEWS) —El embajador de la Unión Europea (UE), Andreu Bassols, recibió hoy junto a representantes del Gobierno, el “Equipo Europa” (conformado por la Unión Europea y sus Estados miembros) y el cuerpo diplomático, el tercer lote de vacunas contra el COVID-19 para El Salvador, facilitadas a través del mecanismo COVAX.

Hasta la fecha, el Equipo Europa ha anunciado más de 2,200 millones de euros, incluidos 1,000 millones de euros del presupuesto de la UE, para que COVAX ayude a asegurar 1,300 millones de dosis de vacunación para 92 países antes de fin de año.

“La cooperación con nuestros socios, como El Salvador, es fundamental para responder efectivamente a la pandemia por COVID-19 y construir una recuperación global sostenible. La UE y sus Estados miembros lideramos la respuesta multilateral contra la pandemia”, afirmó el embajador Bassols.

El Equipo Europa ha combinando recursos de la UE, sus Estados miembros e instituciones financieras, en particular el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo para apoyar a los países socios, incluido El Salvador, en la lucha contra la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias.

En El Salvador, el “Equipo Europa” está conformado por la Unión Europea (UE) y sus Estados miembros presentes en el país (Alemania, España, Francia, Italia y Luxemburgo).

De acuerdo a la Organización Panamericana para la Salud (OPS), El Salvador fue seleccionado por cumplir los criterios de tasa de mortalidad, su capacidad de mantener la vacuna en una temperatura menor a los 75 grados y por no tener acuerdos bilaterales que permitan el criterio de equidad en el acceso a la vacuna.

Desde el inicio de la crisis generada por la COVID-19 y agravada por las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal, el Equipo Europa en El Salvador ha dado una respuesta coordinada para abordar la crisis sanitaria inmediata y las consiguientes necesidades humanitarias, así como para reforzar las capacidades de los socios locales en la preparación para hacer frente a la pandemia y limitar su impacto socioeconómico.