El país está al borde del mayor desastre de Salud. Sólo este sábado se registran 1,830 casos nuevos de COVID-19, mientras la capacidad de las UCIs está a punto de colapsar.

Reporta: Carlos Armando Alas

(EN NEWS) —Por tanto el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, emitió una orden de toque de queda desde hoy a las 9 de la noche hasta las 5 de la mañana con el objetivo de evitar aumento de contagios contra el COVID-19.

Pero a la vez, expresó que dichos lineamientos no incluyen confinamiento y mostró su preocupación ante la saturación de camas en la Unidad de Cuidado Intensivos (UCIs) y el alza de nuevos casos.

“Durante un año hemos batallado para no llegar a la Unidad de Cuidado Intensivos (UCIs), sin embargo, la saturación de nuestra unidad parece que llegará. Esta es una alerta, hasta parece un desastre natural”, recalcó el mandatario costarricense.

Según el despacho del periódico El Salvador, el Presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, también solicitó a la población abstenerse de salir, a menos que sea una situación de urgencia.

“Pedimos a la población que salga en caso de urgencia, como trabajar, porque este no es el momento para hacer fiestas clandestinas y deben cuidarse”, expresó.

Aclaró que estas medidas a hasta el día de hoy, no contemplan cierres en su totalidad, porque se entiende que las personas necesitan continuar trabajando.

El ministro de Salud de Costa Rica, Daniel Salas, también mostró su preocupación ante los nuevos casos de COVID-19, los cuales están por alcanzar los 2,000 contagios por día.

“Hoy se reportan 1,830 casos nuevos y esta es la cifra más alta de toda la pandemia, tenemos 3,000 casos más que la semana pasada. Hoy hay siete fallecidos. Nuestro sistema de Salud está cerca de ya no recibir más pacientes en la UCI”, pronunció el titular de Salud.

Las medidas se basan en el análisis de la Universidad de Costa Rica, que expresan cuáles son los lineamientos más eficaces para evitar el alza de contagios por el coronavirus y mencionó que la restricción vehicular nocturna y el uso de la mascarilla ayuda a que la COVID-19 no continúe propagándose a pasos acelerados.