Debido a la condición de calamidad económica, en la actualidad muchas de ellas han caÃdo en mora con bancos, FSV, ISSS y AFPs sin solución alguna.
(EN NEWS) —Este jueves representantes de más de 200 empleadas despedidas de Industrias FLORENZI S.A. de C.V., expusieron la situación calamitosa que atraviesan luego de haber sido despedidas por causa del cierre de la empresa impactada por la pandemia covid-19.
En opinión de portavoces, de 100 entre 210 despedidas, que son apoyadas en sus demandas por la ONG ORMUSA, el coronavirus ha puesto al descubierto la vulnerabilidad en el sistema de salud pública, como la fragilidad económica y social de numerosas familias a nivel nacional, realidad que se agudizó para ellas con el cierre de operaciones de la industria maquilera en julio del 2020.
Las trabajadoras afectados aseguran que han emprendido una lucha titánica desde el año pasado, ventilando los casos en diferentes tribunales con un 70% de avance, mientras un 30% se mantienen en casi estancados; sin embargo, se está en la etapa de presentación de pruebas, las cuales piden sean consideradas por los máximos tribunales de justicia mediante un veredicto favorable a las ex empleadas.
De acuerdo a las demandantes el Centro de la Propiedad RaÃz e Hipotecas se encuentra en un valúo de los inmuebles propiedad de la fábrica a fin de venderlos y poder asà resarcir los daños por impagos de prestaciones y pasivo laboral de las y los trabajadores de la maquila.
Las quejosas aseguran que también han interpuesto denuncias ante la FiscalÃa General de la República (FGR) por supuesto delito de apropiación y retención de cuota laborales como también por el impago de las aportaciones previsionales; diligencias que están en etapa de investigación sin mayores avances.
Es más, las ex trabajadoras aseguran que debido a la condición de calamidad económica, en la actualidad muchas de ellas han caÃdo en mora con diferentes bancos, FSV, y con el ISSS sumado a otros compromisos insolventes.
Dada la precariedad económica que atraviesan han entablado ya reuniones con delegados del Ministerio de Trabajo, pero no ven clara una solución favorable en el corto plazo, mientras la angustia de sus núcleos familiares se agudiza.
