Dulcemente recuerdo tu mirada, aquellos ojos color café, esa magia seductora de hombre que derrite en segundos mi ser…

Esos ojos cautivadores que con solo verme saben lo que quiero en ese preciso momento; la calidez del ser, con ese toque perfecto de masculinidad que activa todos mis sentidos…

Embriagada de ti es así como me gusta estar; es así como anhelo vivir; belleza, escultura plagiada, que ante los ojos indicados son el summum de la perfección.

Pasión desbordante, conexión infinita que me transporta a otras dimensiones; cruzando barreras hacia un mundo extraordinario, un verso hecho hombre, hermoso y apasionante ante mi ser.

Por eso seguiré siendo la sempiterna enamorada de ti, embriagada de ti… Sí, embriagada hasta el tuétano de mis huesos.