ENTRE PENAS Y RAÍCES MUERTAS
Estar bajo miles de partículas de una tierra pobre,
tragando y ahogándome
con los orines de las personas
y los animales de campo,
es la mejor manera de existir.
Pepenando joyas entre
la oscuridad y picazón fértil;
intentando no desmayarme
entre semillas estériles,
recordando que hay más frío
y no existe la humareda citadina.
Entre vueltas de gatos, mis labios besan unas raíces tan secas, tan agonizadas, tan apenada, y de una u otra forma,
supe que he sido enterrado
cerca de un difunto
árbol de tempisque.
Autor: Carlos Quintanilla
Poemario: Sanguaza