ESPECTRO!
Morí un lunes al mediodía, desde entonces ruedo
por mi cuarto, escupiendo mis sueños con cada paso…
Escucho conversar a mi familia con fervor escaso,
mientras las paredes desnudas se enfrían con mi fuego…
Llegué a este mundo con la sombra de una muerte.
Heredando un nombre doloroso de pronunciar.
Viví veinte años en esta tierra infértil, con el alma ausente,
y unos cuantos cuadernos rayados para manchar…
Aunque me fui, siguen mis huellas entre las esquinas
de mi habitación, hasta que muera cada célula
de mi carne. El recuerdo de mi olor deambula,
cual borracho en el centro, el corazón de mi familia.
Asqueados de mí, buscan un débil consuelo..
En la deidad más recomendada por las masas.
Pidiendo con mórbida fé a él un sutil deseo:
Que yo y mi olor, nos larguemos de esta casa.
Autor: Javier Flores
Estudiante de Ciencias Jurídicas
Dramaturgo “Adaptador” y Poeta Salvadoreño.