En tierra magullada encontré una sonrisa,
a la vista de una trúfula de rancios campos.
Se mantuvo allí, olvidada a la deriva; más ojos míos, de desasosiego antiguo,
velaron por mis huesos hechos triza.
Lugar desaseado de moho:
en una esquina, su porvenir descalzo
y, en la otra, atardecer frío de
cristales quebrados.
Ayúdeme una migaja de milagro:
¿cómo vivir sin respiro perplejo
en lugar desahuciado, evitando
ironía de no morir cegado,
pero volviéndome pendejo?
Y en un vaivén de muertos en vida,
el cielo destellante:
Seres de carne podrida
sacuden la sangre;
Y las arpas y los arcos
cruzando las lápidas, tal
cual relucen aves de
belleza emplumada,
más las nubes sobre avenida
de ángeles, que inspiran el
pincel de los artistas.
Necrópolis de ángeles
que se halla oculta en
la noche torcida.
¿Y quiénes son? Tú y yo, halando
vestigios de nosotros mismos.
Autor: David Alberto Ferrera
Edad: 19 años Nacionalidad: Salvadoreño
Autor del libro: Necrópolis de ángeles.
