BONANZA
Ya caminé demasiado, ya disfruté demasiado,
de las dos cosas jamás quedaré satisfecho,
y ahora me he vuelto un sujeto mucho más simple, más técnico,
!volver a verme en tus ojos tan solo quisiera!
No tengo más pretensiones de estrafalarias grandezas,
ni el brillo vano del mundo me importa tanto como en mis mejores épocas,
hoy me podría conformar con tenerte a mi mesa,
con el café de la tarde, tu aroma y tu pelo suelto,
y antes que la lozanía de juventud me entre en decadencia,
poder mirarte y saber que mi ocaso contigo será más excelente,
No te lo voy a negar, aún anhelo cosas buenas,
aún los países europeos me dan antojo de romances y vivencias,
pero ambiciono muchas más tu cuerpo aún acolchonado y caliente,
tu ombligo dulce, azucarado, llenito de azúcar morena,
por eso le echo las anclas al barco de una vez por todas si vuelves,
y de tu continente entre el mar y las islas naufragando hasta el último aliento me quedo…
(Poesía por: Manuel Pimentel escritor y novelista de nacionalidad salvadoreña).