FUSAL celebró este 6 de octubre sus 35 años con una ceremonia virtual, en la que participaron aliados, donantes, colaboradores y voluntarios.

(EN News) Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, la organización se activó creando el Fondo de la Solidaridad, que permitió que más de 30 mil pruebas diagnósticas y equipo de protección personal, así como cabinas de protección para realizar pruebas, fueran distribuidas al sistema de salud para hacer frente a la emergencia.

La Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (FUSAL) celebró este miércoles, en una ceremonia virtual, su aniversario número 35. FUSAL fue fundada en 1986 por Luis Poma y otros empresarios solidarios con el objetivo de apoyar el desarrollo de las comunidades salvadoreñas más vulnerables a causa del conflicto armado y el terremoto de ese año.

Desde entonces, ha estado activa para responder a las diferentes emergencias que ha sufrido el país y ejecuta programas sociales para contribuir al desarrollo humano.

En la ceremonia, participaron más de 100 asistentes conectados desde diferentes puntos del país y Estados Unidos, entre ellos los miembros de la Junta Directiva, donantes, aliados para la ejecución de los proyectos, beneficiarios de diferentes programas, voluntarios, colaboradores y amigos de la organización.

“Durante 35 años, FUSAL ha demostrado su firme compromiso para generar oportunidades de desarrollo y aliviar las necesidades más ingentes de las familias salvadoreñas, especialmente de las que viven en situación de vulnerabilidad”, afirmó Ricardo Poma, presidente de FUSAL.

Desde el inicio de la pandemia, así como en otras emergencias, la institución ha sido un actor clave para canalizar la solidaridad del sector privado. Con el apoyo de más de 30 donantes, entre organizaciones y personas, contribuyó con más de 30 mil pruebas diagnósticas de COVID-19 y más de 70 mil kits de protección personal a las instituciones de salud nacional.

“En nuestra historia reciente, la pandemia por COVID-19 ha puesto a prueba nuestra resiliencia e innovación. Conscientes de nuestra misión y del legado heredado de nuestros fundadores, nos concentramos en ejecutar una estrategia efectiva para paliar las consecuencias de esta crisis sanitaria”, agregó Poma.

A la fecha, el Programa de Ayuda Humanitaria, en el cual unen esfuerzos con su fundación hermana en Estados Unidos, la Salvadoran American Humanitarian Foundation (SAHF), ha distribuido casi mil millones de dólares, con el fin de contribuir a mejorar las condiciones de salud de las comunidades más vulnerables.

“FUSAL nos ha sostenido de la mano desde 1997. El impacto de sus donativos ha sido increíblemente especial porque nosotros sin la ayuda de FUSAL no podríamos darle la asistencia a todas las personas que nos visitan, tanto en insumos médicos e inclusive nos han ayudado con sillas de ruedas y camas hospitalarias. FUSAL nos ha contribuido a llevar alivio a muchas personas vulnerables”, dijo Connie de Vieytez, representante de la Fraternidad Misionera de ONUVA, uno de los beneficiarios que dio su testimonio durante la ceremonia.

Asimismo, Mark Khouri, vicepresidente de la organización Food for the Poor, que ha donado más de $88 millones a FUSAL, destacó la trayectoria y alianza estratégica que mantienen con la fundación y destacó el ejemplo de FUSAL como una organización con mucha experiencia en lograr el impacto social.

Mirna Flores, voluntaria comunitaria, destacó su crecimiento personal al haber recibido formación por FUSAL, como voluntaria comunitaria para asistir a los niños y niñas de su comunidad en el municipio de Tamanique, en La Libertad, a través del Programa de Primera Infancia.

“Los exhorto a que seamos decididos y valientes, y que enfrentemos con determinación los próximos desafíos. Sigamos escribiendo una historia de compromiso con impacto en El Salvador”, finalizó el presidente de la Fundación.