NOVIEMBRE
La lluvia cae como besos de paz en mi cara,
mientras miro al nublado espejo del mundo.
Enfrente del psiquiátrico donde me regalan
las pastillas que borran mi hastío por segundos.
Miro a mi madre, asustada por mi naturaleza:
Temerosa del monstruo que apuñala mi pecho,
roba mi aire, debilita mis pies y golpea mi cabeza;
dejando mi cuerpo—nunca mi espíritu—desecho.
Estoy encerrado. Soy la piedra que cargo.
Noviembre me recibe preocupado por enero:
ahogado en las aguas sucias de un charco,
creyendo que el mar es un simple vertedero.
Pienso en los ojos debajo de mi árbol,
mirándome, arrancando mi paz de un corte.
Yo los miro sin parpadear y sin mi dolor
mostrarles. La agonía es un demonio multiforme.
La luz es la oscuridad un poco coloreada.
El arte es la libertad del hombre y la mujer:
La espada contra el tedio, el odio y la inesperada
desfortuna latente de él ayer en nuestra piel.
Quizás son las pastillas(cadenas)las que hablan,
O realmente encontré mi vocación divina.
No se, el tratamiento todavía no termina.
Termino noviembre con pasión por la palabra.
(Javier Flores, nacido el año 2000, nacionalidad: salvadoreño)