(EN NEWS) —Para Washington las recientes elecciones en Nicaragua dejan un mal sabor de boca porque considera fue una victoria fraudulenta basada en el miedo y en la represión política de los oponentes por parte del Presidente Daniel Ortega Saavedra.
El emisario del Gobierno estadounidense para los países del «Triángulo Norte», Ricardo Zúniga, dice que la victoria Sandinista del pasado sábado es un fiasco porque un tan solo 20% de los electores acudió a las urnas, asimismo se basó en el miedo y sólo confirman en el poder absoluto a un gobierno autoritario.
El portavoz de la Casa Blanca aseguró en conferencia virtual este día que su gobierno está valorando la puesta en marcha de acciones drásticas dentro de Legislación Renacer que busca combatir la corrupción, las cuales serían aplicadas tanto a funcionarios Sandinistas como a personas cómplices del fraude electoral.
En opinión del funcionario estadounidense la amarga realidad que le espera a la población de Nicaragua es seguir bajo una dictadura y autoritarismo que restringe las libertades y reprime voces disidentes; un modus vivendi nada deseable para el resto de países de Centroamérica
*FMLN elogia elecciones y critica recio a Washington
Por su parte el FMLN, partido que ha criticado duramente la supuesta «política dictatorial» del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, fue uno de los primeros abanderados en hacer pública su felicitación por la victoria del presidente Ortega Saavedra, quien gobernará Nicaragua por un cuarto periodo más.
«Felicitamos al soberano pueblo de Nicaragua, por someterse a elecciones y demostrar una verdadera fiesta democrática. De igual forma, saludamos al glorioso Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) al que le deseamos los mejores éxitos» expresó el partido salvadoreño de izquierda.
Con su lenguaje de la típica propaganda de guerra fría de los años 80s., el FMLN cuestiona enérgicamente las condenas que ha hecho la Casa Blanca a los comicios Sandinistas y en su cuenta de Twitter, escribe :
«Como si fuéramos ignorantes de la historia, como si desconocieramos el proceso nicaragüense y el asedio permanente del imperialismo por destruir ese proceso que con sus aciertos y errores se mantiene en pie».
