Barril de petróleo tocó el techo de los $90 dólares en el mercado internacional

Informa: Joaquín Minero

(EN NEWS)— La demanda asiática mantiene su fortaleza y el Ómicron está destruyendo mucho la demanda de lo que había que esperar cuando se conocieron los primeros detalles sobre la variante.

La combinación de ambos factores llevó este martes a la principal referencia europea del mercado petrolero, el Brent, a su nivel más alto desde 2014, cerca de los $90 por barril.

La transición energética sigue su curso, con una descarbonización acelerada que reemplazará el crudo y el carbón por energías limpias, pero al mercado petrolero aún le queda un tiempo de precios altos.

El Banco de inversión Goldman Sachs ha sido el último en pronosticar que el Brent rondará los $100 dólares en el tercer trimestre 2022, valores impensables hace solo unos meses.

Sin duda, buenas noticias para las empresas y los países productores, pero malas para los consumidores mundiales, más un potente soplo para la inflación, que, de no cambiar radicalmente el rumbo en los mercados energéticos, se mantendrá alta durante buena parte de este ejercicio.

Los bajos niveles de reservas, los menores desde lo más crudo de la pandemia, añaden también presión sobre el precio del Brent: mientras el consumo no baje —y nada parece indicar que vaya a hacerlo a corto plazo.

Ómicron no ha pasado factura sobre la aviación ni sobre el transporte por carretera, dos grandes nichos de consumo—, el nivel de crudo almacenado en los depósitos seguirá cayendo.

A esa dinámica ha contribuido, además, el movimiento coordinado de varias grandes potencias, como Estados Unidos y China a la cabeza, de liberar barriles para tratar de meter presión sobre el cartel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo O.P.E.P

No ayudan tampoco las interrupciones de la producción registradas en varios países exportadores, de Libia a Canadá; de Nigeria a Angola o Ecuador.

Ni el reciente estallido de Kazajistán o el ataque contra instalaciones petroleras en Emiratos Árabes Unidos reivindicado por los rebeldes hutíes de Yemen.

Por si fuera poco, el alto precio del gas natural termina de complicar las cosas: en varios sectores, como el energético, diésel y gas son sustitutos casi perfectos y la fluctuación de uno de ellos acaba afectando al otro.

Con el barril casi a 90 dólares, todas las miradas se posan sobre la OPEP, a la que varios presidentes, entre ellos el estadounidense, Joe Biden— llevan meses pidiendo que abra el mercado petrolero.

En las últimas semanas el cartel ha dado pocas señales de querer cambiar de rumbo: en su última reunión, hace solo dos semanas, la versión ampliada del grupo , liderada por Arabia Saudita y Rusia, segundo y tercer máximos productores del mundo, solo a la zaga de EE UU mantuvo invariable su hoja de ruta, que pasa por ir añadiendo barriles al mercado con cuentagotas, a un ritmo mucho menor del que se sería necesario para estabilizar los precios.

Fuente: elpaís.com

 

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