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¿Qué es un Embajador Cultural y a quién corresponde tan noble nombramiento?

Written by: Licda. Dacxilia S. Deras, Artista visual y escritora-colaboradora EN News

He decidido escribir este artículo con la intención de educarme y conocer a conciencia sobre esos términos y su adecuado uso. Y para dar respuesta a unas preguntas: ¿Por qué se ha vuelto moda nombrar o autonombrarse “Embajadores culturales”?.

En efecto, hoy en día podemos encontrar con frecuencia esos nombramientos, los leemos en las mini insta biografías, en publicaciones y hasta en revistas culturales. Es que se ha vuelto un asunto muy <Trend >, escribir dicho término y proyectarse de esa manera con un sentido de marketing de autogestión.

En este punto, hagamos una pausa y pensemos en la importancia que ese rol conlleva, que representa y quiénes son merecedores de llevar esa corona que desde mi punto de vista es todo un privilegio que no puede llevar cualquiera solo por que hable bonito.

El ser un Embajador(a) Cultural requiere del cumplimiento de algunas características en la persona que, sin pretender serlo, se ha dado a la tarea por vocación y es parte de su día a día dar a conocer las raíces de su país. Para entender mejor esto, veamos ambos conceptos y luego lo entenderemos en uno solo.

¿Qué es un Embajador? Este término es verdaderamente amplio; veámos, desde el contexto de autoridad estatal, un Embajador es el representante de un determinado país ante otro, o ante una organización internacional; dicho nombramiento es únicamente de parte de una entidad gubernamental; de lo contrario, carece de validez alguna para ejercer dicho mandato.

Ahora, si lo vemos lejos del ámbito de la diplomacia de estado, embajador es aquella persona que representa a algo, a alguien, o a algunos en otro territorio o localmente, teniendo fuerte presencia debido a lo que representa; la mayoría de veces obedece a un nombramiento como fruto de sus acciones.

¿Qué es la cultura de un país? Es el conjunto compuesto por el desarrollo artístico, los modos de vida y la variedad de costumbres y tradiciones de una sociedad. Gracias al desarrollo de las ciencias sociales que se llevó a cabo en el siglo XX se definió este término con las atribuciones que se le asocian desde esa fecha.

Entonces, ¿Que es un Embajador Cultural? Es aquella persona que realza sus costumbres y tradiciones, difunde historia, proyecta su identidad en lo que habla, piensa, viste y acciona de acuerdo a los valores propios y creencias, guarda gran respeto por el origen de su pueblo, promueve el arte, enseña, se involucra se mueve en el medio.

Asimismo, busca la manera de hacer notar sus costumbres de forma genuina, cotidiana y natural, desarrolla iniciativas que envuelven a los demás en los asuntos culturales, en fin puede haber un poco o todo de ello, siempre y cuando todo sea en el contexto del país del que es originario y su cultura.

Sin embargo, esto no termina allí, ese rol va acompañado de cualidades específicas como la honestidad, la integridad, la empatía, la identidad genuina, la autenticidad, la facilidad para transmitir sus creencias, el hecho de poseer el conocimiento heredado y/o aprendido.

También incluye el deseo inefable y desinteresado por ser representante, la nobleza de compartir conocimientos generacionales, en resumen poseer la pasión por hablar de su país y defender sus raíces y su tierra a donde quiera que vaya en cualquier época y tiempo.

Eso es para mí, un Embajador Cultural, el vocero que suda la camisa cumpliendo con algo o todo de lo que he descrito, y queda aún más que agregar, cosas puntuales que suman al gran valor de la labor de un verdadero embajador(a) cultural, y que no solo es porque tiene una cuenta de red social con audiencia.

Es aquel que no espera una paga, trabaja ad-honorem y lo hace por vocación y es guiado por su pasión, por la cultura de su país y sus ancestros.

Bien, ahora para ejemplificar esto de lo que, he hablado, me centraré en la actualidad, en mi país El Salvador, de donde han salido muchos representantes de la cultura reconocidos y no reconocidos y hablar de ello sería no darle fin al tema.

*¿Reconocidos por quién? ¿Quién es el que hace ese nombramiento? ¿Y cómo saber quién es merecedor?

Dejaré esas preguntas en la mesa, porque pienso no me corresponde a mi darles la respuesta, y solo observemos…

Por otra parte, en mi país he tenido la dicha de conocer personas que se desenvuelven en el ámbito cultural ya sea por profesión o por vocación. En esas andanzas, he encontrado algunas personas que desde mi punto de vista y basándome en los conceptos anteriores considero son merecedores de tal honor.

Pues viven para el arte y la cultura de manera desinteresada sin buscar fama, likes, o seguidores; es simplemente su pasión y van por ello. Yo los llamo “Embajadores Guardianes de la cultura de El Salvador”.

Podría nombrar varios en esta lista que vienen a mi cabeza; sin embargo, sólo citaré a unos cuantos. Una escritora, Marina Sigüenza que ha tenido trayectoria y un precedente por sus diversas participaciones en festivales culturales, ha sido parte de emprendedores de la cultura y está hoy por hoy trabajando por la niñez del país.

Ha recibido nombramientos registrados y veraces de parte de organismos internacionales. Asimismo, tenemos a la artista y docente Rosa Morales, quien con gran entrega ha despertado en miles de personas el interés por nuestras raíces, a través de la difusión de la danza ancestral y folclórica.

Asimismo, la enseñanza del idioma náhuat y ha dado un gran aporte a la cultura del país a través de la elaboración del primer libro para el aprendizaje fácil de dicho lenguaje, ha investigado de manera personal y más a fondo la idiosincrasia de los pueblos originarios hasta el punto de convivir por temporadas entre los habitantes de pueblos en lugares inhóspitos, para aprender la práctica de costumbres y tradiciones de primera mano.

No podemos dejar de mencionar al poeta Tony Alemán, quien con su peculiar personalidad ha recorrido de un extremo a otro la República de El Salvador y también de manera internacional, ejerciendo con pasión la difusión artística, literaria y cultural.

Conocido por muchos en el ámbito, por su gran pasión como poeta y gran alcance en la difusión artística que ha desarrollado con el pasar de muchos años de vocación desinteresada.

Alemán siempre tiene un proyecto en marcha y se preocupa por rescatar a artistas olvidados como es el caso de don Alberto Díaz, un artista de 101 años, a quien apoyó para sacar de la invisibilidad en la que se encontraba.

Él y sus obras. Díaz ha sido en fechas recientes nombrado como “Hijo Meritísimo de El Salvador”, título que sólo se les otorga a personas sumamente destacadas por su aporte al país.

Por otro lado, Tony es públicamente reconocido como un fiel representante cultural, acá es cuando nos ponemos a pensar cómo es que las autoridades culturales no han hecho algo al respecto.

Cuando el estado calla la vox populi se pronuncia y acciona. Y, por último, traigo la mención de Abraham, un compatriota que buscó una oportunidad en el extranjero y se encuentra enseñando mucho sobre la cultura salvadoreña en Estados Unidos.

Abraham, amplió sus horizontes y decidió llevar nuestra cultura a otras tierras siendo un gran representante que a través de esfuerzos propios logró posicionarse como maestro de español y de la cultura de nuestro país.

Puedes encontrar más información de Él en YouTube o en la plataforma de la fundación EPI (Educational Partners International). En todos los casos ha habido mucho trabajo detrás y mucha entrega. Personas así son los que mantienen viva la memoria de un país para las nuevas generaciones y merecen ser llamados Embajadores Culturales de nuestra tierra El Salvador.