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LA IMPORTANCIA DE LEER

Arq. Tony Alemán
Escritor y Promotor Cultural, para “Arte & Literatura”, sección sabatina EN News

Los tiempos cambian y afectan directamente el comportamiento en todo tipo de actividad, aún en aquellas totalmente elementales y representan un ejercicio vital en el conglomerado humano.

La lectura siendo una actividad netamente intelectual, a estas alturas se encuentra minimizada, gracias a esos cambios que sugiere el desarrollo de infinidad de medios audiovisuales.

No debería ser así porque la mejor manera de conectar el pensar y el sentir, es a través de una buena lectura. Podemos decir que aparte de instruir y enriquecer, la lectura es una especie de capacitación para una excelente interacción en los colectivos humanos, encontrando a través de ella los caminos racionales y objetivos para entender la realidad que nos rodea y a nosotros mismos.

Hay muchas cosas en el mundo que aún no han sido leídas y mucho menos aprendidas, porque los lectores siempre han sido escasos, a pesar de estar conscientes que el único medio para aprender y adquirir conocimiento, es a través de la lectura, leer y aprender son dos conceptos que no se pueden separar.

Por temas a desarrollar el hombre no puede quejarse, y si bien es cierto no se puede leer todo, por lo menos sabe que aparte de generar desarrollo cultural también hay necesidades profesionales, inherentes a un mundo demandando de nosotros conocimientos claros y precisos.

Llegado este punto diremos que la lectura se convierte en un arte cuyo perfeccionamiento se vuelve necesidad; sin embargo, existen métodos para ser aplicados, pasando por la fácil comprensión de lo que se lee.

En cuanto a este ejercicio lector, intervienen aspectos de orden físico, sensibilidad visual además de altura intelectual para generar comprensión mental en lo que se lee, llevándonos todos estos aspectos a la eficacia del conocimiento adquirido.

Existen recursos técnicos que se pueden implementar, a la larga nos amplían el panorama hasta encontrar “el sabor” en la lectura. Cuando nosotros tomamos un libro y aplicamos estos conceptos (que son básicos) se puede asegurar, estamos en el camino correcto de recuperar el gusto por este campo exclusivo, consecuentemente, nos llevará a concientizarnos en la tarea del rescate cultural de los pueblos.

A partir de ese momento estaremos convirtiendo esta actividad en un arte que se perfeccionará con educación y ejercicio constante, porque debemos ser claros, en el hecho que todos nos consideramos buenos lectores y sin embargo no lo estimulamos en los demás, lo cual es una contradicción, pues lo bueno se comparte, porque la conciencia impulsa a la expansión de lo que apasiona.

En nuestros países latinoamericanos, la pobreza lectora es evidente y eso lo vemos reflejado en el desarrollo integral de los mismos. Es común que por estas latitudes las personas, incluidas las “disque” letradas padezcan de vicios como las regresiones.

Esto consiste en leer un par de líneas y párrafos e inmediatamente volver sobre sus pasos a leer de nuevo lo leído con lo que se demuestra la nula comprensión o falta de interés; con las regresiones, al final, se termina abandonando la lectura y por lo tanto, jamás adquieren un verdadero conocimiento, propiciando el estancamiento cultural por el que todos protestamos, pero nadie se decide a trabajar por modificar.

Un consejo valedero para quienes se interesen en leer es no obligarse a retroceder en la lectura y hacerlo hacia adelante, talvez al principio la comprensión no sea la mejor, pero con el paso del tiempo descubriremos que la mente se abre y capta con facilidad.

Lo más común de escuchar es que no se lee porque “a mí no se me queda nada” y esto también es un bloqueo, un enemigo silencioso del desarrollo integral humano.

Una técnica sencilla para implementar es utilizar tarjetas o fichas para ir cubriendo los párrafos leídos y reprimir a toda costa el releer una sola sílaba.

Se debe tener cuidado con las regresiones ya que pueden disfrazarse de “corrección” porque pueden pensar que ser meticuloso en exceso es señal de calidad y es todo lo contrario porque limita la concentración, incluso la percepción visual.

Si aplicamos conceptos como los aquí señalados, aprenderemos a ser rítmicos y floridos propiciando el aprendizaje verdadero, para decir con objetivismo que parte vital para el desarrollo de los pueblos, radica en la lectura saludable y disciplinada.

Pero, eso nos hace llegar a otro punto que no siempre es agradable señalar y es el hecho de los pocos espacios sugeridos en el pénsum estudiantil, hay que decirlo: al menos en nuestro país no existe una política en esa dirección, el “corta y pega” está de moda y la ignorancia se multiplica a pasos agigantados.

Las bibliotecas se están cerrando, los libros están siendo retirados de los estantes, regalándolos como cualquier cosa y eso es un mensaje altamente nocivo para las nuevas generaciones que al ver estos actos, terminan de creer que leer no es tan importante como ver videos alucinantes.

Ante este panorama, venir y hablar de la importancia de leer, de aplicar técnicas diversas para su fácil comprensión, como que suena fuera de foco para las exigencias actuales.

Sin embargo, lo nuestro no es desistir pues como sabemos, muchas de las catástrofes que acechan pueden ser repelidas con conocimiento y se logra volviendo a las sendas antiguas, convirtiendo la intención en un nuevo campo de batalla por el rescate de valores que jamás se han perdido, solamente se encuentran ahí tirados en el cesto de la indiferencia y ya es tiempo de rescatarlos.

Estamos en un momento crucial y está en nuestras manos dejar huella imperecedera a las nuevas generaciones, cuyos pasos no parecen hoy por hoy, orientados al rescate de hábitos cuya ausencia, aunque no lo entiendan ni lo acepten, los hace cada día más esclavos.

(Arte & Literatura, bajo la dirección de Dacxilia Deras, poetisa y artista visual)