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POESÍA Y AUTOR 

Bruno Trucios, “Huella Poética”, sección dominical EN News

Hoy tengo el honor de presentaros al escritor Peruano, Bruno Trucios, quien hace pocos días presentaba su primer poemario: “Tiempos muertos”, de la editorial Caja Negra. Disfrutaremos de dos poemas de su ópera prima y conoceremos su biografía.
Su poesía es un viaje al interior del alma, un baile entre recuerdos. Letras llenas de maestría y sensibilidad que conectan directamente con el corazón.

✔️Por Mirelha
@mireyaguzmanburgos

BIOGRAFÍA

Bruno Trucios,  nacido en Lima, Perú.
Perteneciente al colectivo internacional de poetas Amazionante.
Autodidacta, gran lector y amante de la poesía , acaba de publicar su primer poemario “Tiempos muertos” de la editorial Caja Negra.
Actualmente, dirige la página DesequiLibro en redes sociales donde expone su obra y la de otros autores de habla hispana.
Es un activo participante de poesía en su país y ha sido invitado a diversos recitales, entre ellos, en la Academia Peruana de la Lengua.
@brunotrucios

➡️SELECCIÓN DE POEMAS

ENSAYO DE ANHELO

Yo no sé nada de la vida,
probablemente ella conoce
más de mí que yo de ella,
esperando transcurrir el tiempo,silencio en la memoria,
conversaciones del pensamiento.

Yo no sé nada de la vida,
pero aún en esas circunstancias
la abrazo como si fuera el último aliento,
mi mejor amiga,
el alma mía.

Yo no sé nada de la vida,
pero de alguna manera ella me mira,
me aguarda y me espera,
pequeña traviesa,
tan sabia ella.

Yo no sé nada de la vida,
pero en este instante le escribo,
como quien lo sabe todo
y no conoce nada.

Yo no sé nada de la vida,
pero ella me recibe cada día
con un amanecer hermoso
y las manos extendidas,
ya no es posible detenerse
y estoy feliz,

feliz por haberla conocido.

POEMA 2.

Nada es absolutamente eterno,
nadie muere dos veces siendo el mismo,
porque ni la muerte puede alejarme de tu vientre,
porque ni la muerte sabe lo que siento sinceramente.

He tenido horas de viento profundo
y mares de sueños
sueños vivos,
sueños muertos,
no he podido cabalgar a estos últimos,

me he sentido como un cable sin mundo,
ajeno al suelo,
hijo apenas…

En la oscuridad nada es suficiente,

mi corazón debería apagarse
una vez cada dos meses,
y cada dos veces
volver a sentirte
y saber que aún sigo vivo,
saber que solo he estado muerto una tarde
y mi reloj me ha recordado
que aún son las 5,
y a las 7 de la mañana,
con el brillo asomando en la ventana,
llegará el momento
en que te lea en la cama,
contigo,
desnudos.

Me pediste que leyera unas líneas,
acerqué las letras a el río,
marché por unas páginas,
puse mi dedo en Elegía,
sentía tu mirada en mi rostro
y te dije lo que dijo el poeta muerto,

“yo no me río de la muerte…”

y continúe diciendo,

“[…] a veces tengo sed y pido un poco de vida”,

no sé si lo hice bien o mal
pero la poesía quedó regada en la cama,
llegaron tus besos,
letras plagadas de sueños,
no quiero irme entre sábanas de seda
con el río a un lado
y mi cuerpo de nuevo sobre el tuyo
pidiendo un poco de vida.

Uno muere tantas veces
con el sudor en el olvido,
sobre tu cuerpo mojado,
con el río en la mañana
en seda,
un orgasmo,
mi libro,
he muerto
sobre tu cuerpo
y pienso,

nada es absolutamente eterno,
nadie muere dos veces siendo el mismo,

pero aquí, al lado de tu pierna derecha
y el río entreabierto,
es la eternidad de la memoria
donde todo se olvida,
una mañana,
dos veces.

Tiempos muertos.

[“Huella poética “: bajo la dirección de Mireya Guzmán Burgos escritora de nacionalidad española. Escribe poesía bajo el seudónimo de Mirelha. @mireyaguzmanburgos ]