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La tierra como inspiración poética eterna, reseña y retos en el Día del Medio Ambiente

Lic. Juan Ricardo Herrera Andrade para Arte y Literatura EN News

La tierra es el hogar donde vivimos, el lugar donde reímos, donde escribimos, donde bordamos improntas, donde lloramos nuestros idilios pese a los sentimientos encontrados, definitivamente, nuestros huesos van a reposar eternamente en sus entrañas.

He querido elaborar un pequeño homenaje a mi amada y bienaventurada madre tierra, porque para los humanos es un todo y es suficiente, ya se sabe que los avances científicos y astronómicos han dado la posibilidad de en algún futuro no muy lejano y obtuso, que se podrán habitar más lugares fuera del globo terráqueo, y que se han encontrado ¨planetas similares a la tierra¨ ej. Kepler 438-b o Gliese 667 Cc, con similares pasados geológicos y elementos químicos para albergar vida.

Claro, sin embargo que al mismo tiempo, las distancias para llegar a ellas son risibles y descomunales, son distancias exageradamente grandes, que ni siquiera teniendo la edad de Matusalén o el buen Noé de las Sagradas Escrituras, lograríamos llegar con éxito.

Cuando pensamos en la tierra, casi inmediatamente pensamos en aves, ríos, mares y bosques, no obstante, la tierra está sufriendo, aparte de estar vieja y peinando canas de más de 4 mil millones de años, la contaminación insensible de los seres humanos, está siendo maltratada, sin piedad a merced del amo y señor homo sapiens.

La tierra que ha sido testigo de tantos acontecimientos, guerras, promesas de amor, sangre inocente, miles de libros estampados, pisadas de animales extintos, etc.

Ciertamente nos está hablando, y es momento de escucharla a tan elegante abuela o Pachamama, y tal como la invocaban los antepasados ancestrales.

La tierra tuvo un merecido descanso o una especie de ¨holy week¨ en los días aciagos de la pandemia del 2020, que forzó a millones de seres humanos a encerrarse y guardar cuarentena, eso significó un recargo de energías para nuestra madre y abuela ancestral, el humo de las autopistas y alamedas cesó o al menos disminuyó en gran medida, los animales confundidos por este acontecimiento.

Pudieron correr libremente en las praderas y reservas naturales queriendo demostrar que ellos no nos necesitan, sino que nosotros los necesitamos a ellos y dependemos de ellos, pues, como bien lo dijo el gran Jefe Amerindio de nombre Tatanka Yotanka (Toro Sentado): ¨(…)

Cuando el último árbol sea cortado, el último río sea envenenado, el último pez pescado, sólo entonces las personas se darán cuenta de que el dinero no se puede comer.¨ Parece una realidad que no está a años luz sino que en cualquier momento puede acercarse.

Sin dudas que la tierra es poesía misma, y contamos con la esperanza de tener nuestro hogar por muchos años, recién el día del medio ambiente se ha tratado de hacer conciencia a la colectividad, a la niñez y a diversos sectores sociales, de que cuidar a la tierra es cuidarnos a nosotros mismos, así como amar a la tierra es amarnos y querernos, pero no es una tarea fácil, pues depende de todos y en la misma sintonía, dejar un legado para las nuevas generaciones, cuidar los pocos recursos que aún quedan.

Más que una queja es un llamado, porque los poetas y escritores necesitamos a la tierra, le cantamos, le lloramos nuestras amargas penas; sin embargo nosotros no somos los únicos que le cantamos, pues además de danzar y pavonearse como una bella bailarina alrededor de nuestra estrella amarilla llamado Sol, también canta, nuestra tierra emite sonidos que los astrofísicos han podido interpretar, emite sonidos de ensueño, sonidos de ternura que nos conmueven.

Hay que agregar también el regocijo y euforia de parte de los niños y niñas cuando se les habla de la naturaleza y participación de actividades en el marco del día mundial de la tierra el pasado 22 de abril, y ese mismo entusiasmo debe de ser imitado por nosotros los adultos, que somos quienes hemos dado el mal ejemplo con la contaminación.

Es menester también recalcar que las proyecciones económicas sugieren que la tierra debe de tener desarrollo económico para satisfacer a las necesidades humanas constantes y sus recursos aprovechados, pero debiéndose siempre buscar medidas para su uso eficiente, controlado y equitativo, porque es un hecho notorio de que en diversos casos los recursos quedan en pocas manos, son privatizados, y mal utilizados, pero todo esto es un reto que nos compromete “erga omnes’ a todos porque es una obligación de todos.

Muchos escriben para la tierra, la describen como un gran tesoro, ¡y lo es!, la tierra es el paraíso terrenal, de allí el título de ¨inspiración poética eterna¨, porque aunque nosotros ya no estemos en un futuro próximo, quienes estén se seguirán deleitando de su belleza, pero para ello, debemos de actuar a favor de ella, y de inmediato.

(Nota: Las opiniones expresadas, son de exclusiva responsabilidad del autor.)

(Marina Sigüenza, Directora de Columna Arte y Literatura EN News)