Cargando ahora

Las Cigarras, la sinfonía natural perfecta de Semana Santa

Para los griegos se origina de la palabra cantor o poeta y nos anuncian el ocaso de la época seca y la transición al invierno.

Fotoperiodista: Wilfredo Díaz en colaboración para EN News

La palabra Cigarra proviene del Latín Cicala, sinónimo de verano y calor. En la Antigua Grecia, la cigarra era un insecto símbolo de calor y brillo por el sol.

Para los griegos se origina de la palabra cantor o poeta.

El ciclo de vida de estos insectos es largo, comenzando cuando las hembras ponen sus huevos en los árboles y las ninfas caen al suelo, se entierran y pasan ahí un periodo de dos a diecisiete años.

Caminan a paso lento, se suben a los árboles y sujetan sus patas a las ramas para despojarse de su caparazón. Su cuerpo tiembla del esfuerzo que hacen para tener su libertad y comenzar una nueva vida. Ver la metamorfosis de las Chicharras o Cigarras, es algo espectacular que nos regala la naturaleza cada año.

Su fuerte sonido es único, interesante, fuerte, se escucha una vez al año y desde largas distancias, ya sea de día o noche. No tienen hora para darnos ese concierto natural, que se relaciona con la entrada del verano en los países del norte y con la llegada de la cuaresma o semana santa en los países centroamericanos como El Salvador.

Las Chicharras, son insectos, que miden unos 15 milímetros cuando son pequeñas y 66 cuando son adultos. Tienen ojos expresivos por su grandeza y su diversidad de colores. Su cuerpo es de color café y verde. Sus alas son translúcidas, son adultos durante dos o cuatro semanas y antes de despojarse de su caparazón, ya han vivido 17 años bajo tierra como ninfas.

Sus vidas pueden durar semanas y algunos machos llegan a morir por la diferencia de presión sonora producida por ellas mismas. No tienen pulmones, su oxígeno y otros gases como el dióxido de carbono, atraviesan el exoesqueleto a través de sus minúsculas válvulas Espiráculos, que le da vida a ese pequeño insecto.

Las ninfa, en su niñez y adolescencia, se alimentan de la savia de los árboles y cuando la temperatura del suelo alcanza los 18 grados centígrados y ya han pasado 17 años de vida en el subsuelo, comienzan a reproducirse por la madrugada en manadas y en cuestión de horas o días, toda una generación de chicharras o cigarras, sale en masa a aparearse.

Cada una de ellas cuando va saliendo de esos pequeños hoyos del suelo, se dirigen hacia un árbol con mucha lentitud, se sujeta de las ramas y es justamente ahí donde se da la metamorfosis, es decir, donde la ninfa se transforma en adulto, dejando atrás una muda o cascarón de color café.

Mientras más calor hace, ellas rápido se desarrollan, los machos salen primero para conquistar a su hembra y aparearse, porque su ciclo de vida es corto y logran vivir un par de semanas.

En ese tiempo, los machos vuelan haciendo sus sonidos a los que las hembras responden. Cuando se aparean, la hembra deja los huevos y muere. El ciclo de vida de estos insectos es largo, comenzando cuando las hembras ponen sus huevos en los árboles, se transforman en ninfas, estas caen al suelo, se entierran y cuando ya ha pasado un periodo de diecisiete años, salen a la luz.

Estos insectos, a parte de ser conocidos como chicharras o cigarras, también son identificados como: populcomo, chiquilichis, chiquirines, cícadas o cocuyos, todo depende del país donde habitan. Tienen una característica muy interesante y diferente a otros insectos, son únicos en el planeta.

“Las chicharras o Cigarras, son insectos que pertenecen a la familia Cicacidad del Orden Hemíptero. Viven en climas calurosos y cuando mudan o dejan su caparazón, emerge su madurez sexual. Su canto lo hace el macho para conquistar a la hembra. Son sordas y se guían por la vibraciones que hacen desde su abdomen, lo cual se llama timbales”.

“Su ciclo de vida es interesante, primero se aparean, la hembra pone sus huevos en los árboles, estos caen al suelo para iniciar su ciclo de vida. Ya bajo la tierra, se transforma en ninfa desarrollándose lentamente, hasta convertirse en una adulta y después de 17 años bajo tierra, sale y abandona su caparazón para convertirse en chicharra o cigarra”.

“Este insecto, es muy curioso, tiene tres ojos simples para ver de cerca, ubicados arriba de su cabeza y dos compuestos para ver de frente y largas distancias, la gente dice, que tienen forma de cruz en su rostro y que salen solo en la época de la semana santa, lo cual solo es un mito”.

“Ellas salen en esta época de pura casualidad, es decir, coincide con el tiempo religioso. Esto es natural en ellas, de aparecer cada año con las primeras lluvias” asegura, Jose Nilton Menjívar Fuentes, biólogo, investigador y docente de la UES.

Porque Aparecen Cada 17 Años
Muchas veces nos hemos preguntado, por qué las chicharras o cigarras nacen cada 17 años, hay hipótesis, donde aseguran que el surgimiento masivo periódico podría ser una técnica para evitar a sus depredadores o se debe a los ciclos glaciales de radiación solar.

Debemos de tener claro, que las chicharras no cantan, su sonido, es igual al de los grillos que estridulan, es decir emiten un sonido estridente, que se genera a través de unas estructuras que se encuentran en la base del abdomen de los machos, que funcionan como cajas de resonancia las cuales se llenan de aire y se vacían a través de unas membranas al que los entomólogos denominan timbales.

El canto de las chicharras es considerado como uno de los sonidos más estridentes del mundo, lo comparan como los sonidos generados en un concierto de rock, es decir es súper fuerte. No muerden, pican, ni suponen plaga o riesgo alguno para ningún cultivo o para el ser humano.

✓Curiosidades de la Chicharras

1- Ha escuchado el dicho “Orina como una Chicharra”, en realidad, no es orina, este tipo de insectos tiene un pico que succiona los azúcares de los árboles y expulsan el exceso en forma líquida.

2-Para la cultura asiática, las chicharras es el símbolo más poderoso y significativo de la inmortalidad, resurrección. Son veneradas, que a los muertos, se las ponían debajo de la lengua para estimular su resurrección.

3-Hay una creencia popular que dice que hay árboles que “lloran sangre” conmemorando la crucifixión de Jesús, donde lo más probable es que sea el excremento líquido de la chicharra, que se alimenta de un árbol de savia rojiza.

4-Se dice, que utilizar una Chicharra de amuleto en el trabajo, hogar o personal, ayuda a tener muchas bendiciones con su energía.

5-Hay culturas asiáticas, que les gusta recoger las cigarras que acaban de salir de la tierra. Las fríen y se las comen, según ellos, tienen proteínas. En la actualidad, existen aproximadamente unas 3 o 4 mil especies diferentes de estos insectos.