Reportaje: Fotoperiodista Óscar Machón, para EN News

Con un baúl de recuerdos tristes, comunidades humildes del departamento de Chalatenango recordaron este sábado uno de los episodios más cruentos de una guerra fratricida de los 80s; un conflicto sin vencedores ni vencidos militarmente; pero con un saldo aterrador en pérdidas humanas: más de 100 mil muertos.

Fue durante las primeras horas de la mañana de este sábado 14 de Mayo cuando familiares y sobrevivientes de los mártires del Sumpul se concentraron en el final del camino del cantón Yurique, municipio de Ojos de Agua, Chalatenango; de ahí bajaron de sus vehículos para recorrer por veredas, solares, cruzar ríos y quebradas para peregrinar hasta Las Aradas a orillas del Río Sumpul, fronterizo con Honduras donde hace 42 años ocurrió una matanza de entre 300 y 600 campesinos.

El reporte de la Comisión de la Verdad, “De la locura a la Esperanza” describe que entre el 13 y 14 de mayo de 1980, al menos 300 pobladores fueron masacrados en el caserío Las Aradas, municipio de Ojos de Agua, Chalatenango.

El informe indica que un operativo militar conjunto de miembros de la Fuerza Armada, la extinta Guardia Nacional y grupos paramilitares con la colaboración de la Fuerza Armada de Honduras, acabó con la vida de inocentes y tiñó de rojo las aguas del Sumpul.

Los sobrevivientes y familiares de las personas que murieron en el magnicidio refutan las cifras oficiales y sostienen que han identificado a más de 600 hombres, mujeres, ancianos y niños que fueron asesinados en la fatídica fecha.

A 42 años de la masacre los familiares y sobrevivientes aún claman por justicia, verdad y reparación tanto moral cómo material.

Este 14 de mayo también se cumplen 10 años desde que el sitio memorial de Las Aradas fue declarado “Bien Cultural Protegido”; este año además fue develada oficialmente una imagen de San Romero de América que acompañará el sitio del parque memorial.

En el histórico sitio memorial se concelebró la Santa Eucaristía oficiada por el Cardenal Gregorio Rosa Chávez y acompañado por representantes de la iglesia católica de Chalatenango y Lempira, Honduras.

El Cardenal Rosa Chávez, en su homilía expresó que “Estamos en tierra sagrada, dónde debe imperar el perdón y reconciliación”, además señaló que hoy “estamos en otra guerra y mucha gente aplaude porque ya no pagan renta, pero la manera cómo lo están haciendo (Régimen de Excepción) así no se construye paz”, dijo Rosa Chávez.

Agregó que es un espejismo lo que El Salvador está viviendo, pues se “nos niega la verdad y también se nos niega la justicia”, dijo en su intervención.

Al final de la santa misa recalcó tres pensamientos para los presentes, a quienes recordó: “cada año ustedes le dan una lección al país al venir aquí a Las Aradas, no olvidan y tratan de purificar la memoria”.

Estos fueron los pensamientos que leyó el Cardenal y les exhortó “No dejen que les roben sus sueños, no podemos caminar solos, la paz es posible”, concluyó Rosa Chávez.

El evento finalizó con una rueda de prensa conjunta dónde los representantes de organizaciones de Derechos Humanos entre ellos Tutela Legal, CRIPDES, Caritas, Asociación Sumpul, Cordes, Acisam, C.C.R. y Pro Búsqueda , sentaron postura de continuar con el acompañamiento de las demandas de acceso a la justicia, verdad, como también reparación moral y material a los familiares de las víctimas de esta y otras masacres ocurridas durante el conflicto armado.