Periodista: Fátima Ortega, corresponsal EN News, Lombardía, Italia

La mente divagante y su relación con una mayor sensación de insatisfacción o infelicidad es uno de los mayores problemas que aquejan a la sociedad actual, ya en 2010 un estudio realizado por la Universidad de Harvard y publicado por la revista Science reveló que la mayoría de las personas emplean hasta el 46,9% de las horas que pasan despiertos en pensamientos que nada tienen que ver con lo que están haciendo en determinados momentos del día.

Es decir, que nuestra mente se fuga del momento presente mucho más de lo que nosotros mismos podemos observar ya que cuando estamos realizando una actividad y más aún si es algo que solemos realizar con mucha frecuencia nuestra mente suele abandonarnos dejándonos funcionar en “piloto automático”.

El estudio de la Universidad de Harvard fue realizado con una muestra de 2,250 personas a través de una aplicación web para Iphone, por medio de la cual se les preguntaba a las personas en diferentes horas del día que actividades se encontraban realizando, así como que pensamientos tenían en ese momento y qué emociones experimentaban.

De esta forma se logró establecer que la “divagación mental” produce sentimientos de infelicidad relacionados también con el estrés y la ansiedad.

Y es que los expertos que realizaron dicho estudio afirman que “a diferencia de otros animales los seres humanos pasan mucho tiempo pensando en algo que no está sucediendo a su alrededor, contemplando acontecimientos que sucedieron en el pasado, lo que podría pasar en el futuro o, incluso lo que nunca llegará a suceder.

De hecho la mente errante parece ser el modo de funcionamiento por defecto del cerebro humano. Sin embargo, aunque la capacidad de pensar acerca de lo que no está sucediendo es un logro cognitivo, tiene un costo emocional”.

Es decir el hecho que nuestra mente no pueda encontrar una sensación de calma y tranquilidad, afecta nuestras emociones enormemente, tanto es así que incluso en momentos en los que físicamente nos encontramos descansando podemos ser invadidos por una infinidad de sensaciones desagradables.

Nuestro cerebro se encuentra haciendo mil cosas o más bien dicho saltando de un pensamiento a otro, con mucho dialogo interno y mucha actividad espontanea que no hemos llamado nosotros y que nos llena de la sensación de tener mucho ruido en nuestra cabeza.

Actualmente estudios de neurología nos dicen que nos pasamos hasta el 75% al 80 % de nuestro tiempo en lo que ellos llaman la red por defecto del cerebro, y es que dejar nuestra mente a la deriva durante mucho tiempo hace que nuestro cerebro se acostumbre a este modo de funcionamiento y lo considere como normal.

Ya en el pasado tradiciones orientales milenarias hablaban de que este estado mental genera malestar, estrés, ansiedad, etc. En la actualidad diversos estudios de la psicología y la neurociencia han empezado a respaldar prácticas como la meditación, la práctica de vivir en el momento presente.

Así también los ejercicios de conciencia corporal que pueden ayudar a la concentración y a mantener el enfoque de nuestra mente y así ir trayendo a nuestra vida la tan anhelada paz mental que es un pilar fundamental del bienestar personal.
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