(EN NEWS)- El Banco Central de Reserva (BCR) informó que las remesas sumaron $2,444.1 millones entre enero y abril pasado, un crecimiento interanual de 4.2 % que equivale a $99.4 millones adicionales frente al resultado del mismo período en 2021.
Pero este crecimiento es a un menor ritmo del registrado el año pasado, pues en el primer cuatrimestre del 2021 fue de 47 %. Es decir, que el desempeño de este 2022 es 11 veces menor y se acerca a los valores vistos antes de la pandemia del Covid-19.
Este desempeño fue advertido por los economistas, quienes señalaron que tras el rebote histórico del 2021 se regresaría de manera gradual a las tasas de crecimiento de antes de la pandemia.
Además, se ha advertido que el endurecimiento de las políticas monetarias en Estados Unidos para contener la inflación tendrá un efecto en la primera economía del mundo y se podría contener la generación de empleos, un renglón sensible para los migrantes en este país que envían dinero a sus familiares.
Las remesas pueden disminuir y eso tiene un efecto cascada en la economía local. “¿Por qué? porque entonces localmente las empresas venden menos y eso, digamos, que algunas empresas ya lo están percibiendo”, dijo Leonor Selva, directora de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
Esto ocurre porque las remesas son uno de los principales renglones de la economía con una participación que supera el 20 % del Producto Interno Bruto (PIB), además de ser el sostén para casi el 30 % de los hogares salvadoreños que en su mayoría destinan estos ingresos al consumo.
El Banco Central registra que en 10 de los 25 principales municipios receptores de remesas hubo crecimientos negativos en el ingreso de remesas a abril pasado, incluyendo a Santa Ana (-0.9 %) y Usulután (-1.2 %) que están entre los primeros cinco con más ingresos.
Los hogares residentes de San Salvador son los que más reciben remesas que sumaron $241.6 millones a abril, seguido de San Miguel con $162.9 millones. En ambos hubo crecimientos de 1.6 % y 0.6 %, respectivamente.
