Rodrigo Ávila aseguró que el plan contra las pandillas ya había sido implementado cuando fue director de la PNC
(EN NEWS)- Rodrigo Ávila, exdirector de la PNC y diputado de ARENA dijo que está de acuerdo con algunas medidas que se han tomado para frenar a las pandillas, pero asegura que es necesario aprobar otro tipo de leyes para capturar a los que en realidad son pandilleros y que no sean los civiles los que estén pagando por los delitos de otros.
Sobre el Régimen de Excepción indicó que no es algo que estaba planeado, sino una respuesta reactiva a un desborde de violencia producido por un arreglo fallido entre el Gobierno y las pandillas.
Dijo que el impacto de los homicidios había bajado y las desapariciones aumentaron, pero la presencia criminal de las pandillas aumentó, generando una fuerza potencial contenida. “Creo que en parte está bien lo que se está haciendo, pero no creo que haya sido parte de un plan. Hay que darle su mérito a la policía, y aunque creo que esto fue una reacción que inició para lavar la cara, hay que reconocer la determinación que el Gobierno ha tenido para hacerlo”, indica Ávila.
Rodrigo Ávila, deroector de la PNC en 2006.
Apuntó que se ha logrado de una manera contundente y masiva contener el accionar de las pandillas, pero se puede decir que “es una estrategia oscura malograda, pero que se convierte en el mejor generador de percepción pública positiva”. Señala que la inmensa mayoría de gente estaba totalmente desesperada por el embate y coacción de las pandillas. Por ello, “más allá de las ilegalidades, abusos y excesos, y posibles resultados adversos a largo plazo”, la población está muy contenta y satisfecha por lo que está sucediendo.
Indicó que cuando fue director de la PNC se crearon fuerzas de tarea con la Fiscalía y se realizó un plan de intervenciones y patrullajes activos en zonas de incidencia para capturar en flagrancia a los pandilleros y aseguró que los homicidios se redujeron en un 11%. “El tema importante es que hay que considerar que el problema de las pandillas no es solo un problema policial, de seguridad pública y aplicación de justicia penal. Es un verdadero problema de carácter social porque la coacción que ejercen las pandillas anula la contraloría social (por temor), y porque para muchos niños y jóvenes, el estilo de vida de las pandillas no solo era una opción de vida, sino que en algunos casos, la única opción”.
Sobre lo aseverado por el Presidente Nayib Bukele de que las pandillas están evolucionando a guerrilla, dijo que: “Hace años escribí sobre cómo evolucionarían las pandillas si no se hacía algo extraordinario. Hoy se está haciendo de una manera en la que creo que hay que corregir algunas cosas. Pero si de veras se ve más allá de la percepción y los aplausos, y se hacen las cosas bien, respetando las garantías de los que nada deben y cuidando el Estado de derecho, podríamos aspirar a que en nuestro país se inicie el fin de las pandillas y del daño tan terrible que este flagelo ha estado produciendo”, indicó.