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DROGAS Y ENFERMEDAD MENTAL

Dra. Margarita Mendoza Burgos en colaboración para EN News

Cuando vemos a personas con enfermedades mentales y además adictas a las drogas la primera duda que surge es cuál de los males vino primero. ¿Cuál fue provocado por el otro? En fin, un dilema similar al del huevo o la gallina.

Evidentemente hay un vínculo fuerte entre el consumo de drogas -también en el alcoholismo- y la salud mental. Los individuos que por alguna razón -y suele pasar muy a menudo- han tenido problemas desde la niñez y la adolescencia y estos no han sido tratados adecuadamente suelen iniciarse tempranamente en el alcohol y/o drogas como una forma de sentirse mejor.

Personas con problemas del aprendizaje, de conducta de relación y/o afectivos encuentran en esos vicios la manera de soportar una vida en la cual no se sienten comprendidos. Y aunque en la mayoría de los casos tratan de hacer lo posible por mejorar, no lo logran debido a que realmente tienen un problema de salud no detectado.

Los problemas de salud mental que pueden ocurrir con el consumo de alcohol o de drogas incluyen depresión, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático (PTSD) , esquizofrenia y otros mas.

Por eso es importante tener en claro el concepto de patología dual. Es aquella en la que hay una causa primaria debido a la cual se ha asistido a consulta y/o a una emergencia por un detonante. Sin embargo luego, durante la historia médica o en los tests subsecuentes, se detecta que existe algo más, ya sea el uso y abuso de tóxicos o una patología mental asociados al motivo de consulta.

En general, y desde mi punto de vista, suelen estar primero las necesidades de atención mental, aunque estas puedan pasar inadvertidas hasta que se presenta abruptamente una conducta detonante que puede ser un accidente de tránsito, un ataque de ansiedad, una intoxicacion etilica  e incluso un intento de suicidio.

Si bien no existen muchos estudios genéticos en las enfermedades mentales, puede pensarse que existe la posibilidad que si una de estas patologías ha aparecido en los padres u otros parientes podría darse en hijos o familiares. Eso se detecta al hacer una buena historia médica con antecedentes familiares y antecedentes de embarazo y parto. Allí podrían detectarse problemas de salud mental, de aprendizaje , afectivos o de socialización.

También importa  conocer el nivel educativo, cultural y la extracto social, ya que cuanto más alto es el nivel se supone que tendrá más facilidades para detectar y tratar la existencia de estos problemas. Por lo general, dichos círculos suelen tener mejor atención en los embarazos y partos, también cuando asisten a los centros escolares estos serán mejores tanto en infraestructura, como contar con menor cantidad de alumnos, mejores profesores y mas satisfechos de su labor  y detección de problemas de forma más pronta y precisa.

Una vez detectada una patología dual, será necesario en la mayoría de los casos tratar ambas al mismo tiempo. Muchas veces será necesario el ingreso hospitalario y una serie de tratamientos iniciando con la asistencia medica ,uso de psicofarmacos , talleres de terapia ocupacional,establecer rutinas y disciplinas como : yoga, meditación acompa~ados de actividad fisica regular y ejercitacion.