(EN NEWS)- La Jueza de Primera Instancia de Dulce Nombre de María, en Chalatenango, ordenó a la Dirección General de Migración y Extranjería localizar los movimientos migratorios del coronel Mario Adalberto Reyes Mena para solicitar la extradicion en caso de ser necesario.

El acusador particular del caso, Pedro Cruz, explicó que previo a la orden de captura, pidieron al juzgado que se girara la extradición de Reyes Mena, quien vive en Virginia, Estados Unidos, “​​La jueza ha indicado que deben iniciarse esos trámites, y en las próximas semanas se estaría activando el mecanismo de extradición de este oficial de la Fuerza Armada”, manifestó Cruz ayer en conferencia de prensa.

El viernes pasado, el abogado Cruz fue notificado sobre la orden de captura en contra del coronel Mario Adalberto Reyes Mena, quien fungía como comandante de la Cuarta Brigada de Infantería de El Paraíso, Chalatenango, cuando se cometió el hecho.

Además, la jueza ordenó detención contra Francisco Antonio Morán, exdirector de la Policía de Hacienda; el general José Guillermo García, exministro de la Defensa Nacional; el sargento Mario Canizales Espinoza, sargento del Batallón Atonal y el coronel Rafael Flores Lima, jefe del Estado Mayor Conjunto, los dos últimos ya fallecidos.

A todos se les atribuye el delito de asesinato, Reyes Mena, Morán y Canizales Espinoza son acusados en calidad de autores mediatos, mientras que García y Flores Lima, en calidad de comisión por omisión.

Reyes Mena en EE.UU. fue buscado por periodistas de Holanda en un documental sobre el crimen.

Tanto el acusador particular como la Fundación Comunicándonos, que ha promovido la causa penal durante los últimos años, afirmaron estar satisfechos con el actuar de la jueza, a quien calificaron de “valiente”.

“Los familiares quieren verdad y justicia; que se logre dilucidar quién dio la orden, qué fue lo que exactamente ocurrió, quiénes los ejecutaron materialmente, y una vez esclarecido eso, se les pongan las sanciones normales de una persona que mata a otra”, expresó Cruz.

El 17 de marzo de 1982, los periodistas Koos Koster, Jan Kuiper, Hans ter Laag y Joop Willemsesn fueron supuestamente asesiados en Santa Rita, Chalatenango, en una emboscada del batallón Atonal, de la Fuerza Armada de El Salvador.

40 años de espera

Tras la captura de dos oficiales de la Fuerza Armada por el asesinato de cuatro periodistas holandeses, durante el conflicto armado salvadoreño, los familiares aseveraron estar sorprendidos porque el Estado finalmente judicializó el caso.

Gert Kuiper, hermano del periodista holandés Jan Kuiper, manifestó que la noticia de las capturas sorprendió a las cuatro familias. “Francamente ya no contábamos con un desarrollo favorable, es algo inesperado”, dijo este lunes a través de una videoconferencia, ofrecida junto a la Fundación Comunicándonos y la Asociación Salvadoreña por los Derechos Humanos (Asdehu).

“Hemos esperado 40 años para este momento. Es el arranque de una fase en El Salvador para que más personas tengan la posibilidad de ver justicia para sus familiares que fueron asesinados en la guerra civil”, dijo ayer Kuiper.

El día de la emboscada, los cuatro periodistas caminaban con dos guerrilleros y dos civiles hacia un campamento del FMLN.

Código antiguo

A diferencia del proceso penal actual, en este caso no se espera que la jueza llame a audiencia porque se maneja con el Código Penal de 1973, cuando el proceso era escrito.

Bajo estas instrucciones, es la jueza quien dirige la investigación de todo el caso y no la Fiscalía General de la República, aunque esta sí tiene participación. De manera que los abogados deben esperar cuáles serán las próximas indicaciones que dará la juzgadora, luego de haber iniciado el proceso. Por otro lado, explicó que el mismo código antiguo no contempla las medidas alternas a la detención como el actual; sin embargo, debido a la Constitución y a los tratados internacionales vigentes, los recién capturados podrían optar a esta medida debido a la avanzada edad.

La Comisión de la Verdad concluyó que el asesinato de los cuatro periodistas holandeses fue “consecuencia de una emboscada planeada con anterioridad por el comandante de la Cuarta Brigada de Infantería, coronel Mario A. Reyes Mena, con el conocimiento de otros oficiales, en el cuartel El Paraíso, sobre la base de información de inteligencia que les alertó de su presencia, y fue ejecutada por una patrulla de soldados pertenecientes al BIRI Atonal, al mando del sargento Mario Canizales Espinoza”.

El informe también dice que los oficiales y el sargento encubrieron los hechos y obstaculizaron las investigaciones.