Fotoreportaje: Oscar Machón, para EN News
Suena el pito del viejo camión GMC y es la señal que hay que partir hacia «Potrero» un lejano poblado al otro lado de la frontera de El Salvador con Honduras; los integrantes del “Colectivo Solidario Nahuaterique Existe” llegan puntuales a Los Quebrachos de Comunidad Segundo Montes en Jocoaitique, Morazán; saben que el viaje será largo y hay que estar a tiempo para partir.
Los jóvenes del colectivo mantienen intacto el espíritu de solidaridad, ya que algunos de ellos los ha marcado la experiencia de vida, transmitido ese fervor de ayudar al prójimo; se trata de una generación que vivió por 9 años en el exilio, la guerra los expulsó de su tierra natal de Meanguera y Jocoaitique en Morazán y tuvieron que huir hacia campo de refugiados que se estableció en Colomoncagua, Honduras. Este año 2022 se cumplieron 43 años de haber mantenido el status de apátridas(carentes de nacionalidad legal)en tierruño ajeno.
Un oxidado rótulo en la polvorienta calle a unos metros antes de llegar al control migratorio «Paso de Mono» da la bienvenida, con la bandera hondureña y sus 5 estrellas expone el mensaje: ¡Bienvenidos a la República de Honduras Exbolsón de Nahuaterique!.
Un fallo de la Corte Internacional de la Haya le otorgó a Honduras en 1992 unos 160 km. cuadrados que pertenecían a El Salvador, junto a esas tierras iban los salvadoreños que se vieron afectados sin definición en el mapa político de Honduras ; prácticamente es cómo si no existieran, ya que luego del fallo los pobladores sólo saben que pertenecen al departamento de La Paz, en Honduras. No tienen definido a cuál jurisdicción pertenecen en los municipios de Cabañas, Marcala, Yarula y Santa Elena.
Precisamente ahí en el municipio de Santa Elena es dónde se encuentra Potrero, una comunidad Lenca de lazos estrechos con familias salvadoreñas que lucha por subsistir y es ahí donde el Colectivo Solidario llevó un cargamento de ayuda y regalos para esta fecha de Navidad, obsequios que ha reunido desde octubre a la fecha.
El colectivo no sólo lo forman jóvenes de la Comunidad Segundo Montes, se han sumado también profesionales de Gotera, Perquín, San Miguel y San Salvador a la causa, gracias a las gestiones de su fundador, Ever Adrián Martínez, que ha entusiasmado a más actores para solidarizarse con «los más olvidados del mundo».
Juancito Vásquez nos espera en el camino, él es originario de Potrero y nuestro guía , luego de 6 horas de viaje desde Quebrachos, el camino de tierra se vuelve más difícil, unos tres kilómetros; antes de llegar a la comunidad de Juancito , el viejo camión bufa cuando de repente aparece su piloto , quien va frenando con motor ante una increíble pendiente; ahí sólo circulan vehículos de doble tracción y algunas motocicletas.
Luego de haber disfrutado de paisajes épicos de montañas y campiña en nuestra travesía vamos llegando al valle de Potrero, unos niños ya nos observan desde sus casas, y saben que el espíritu navideño viene a bordo de un camión; otras personas salen al encuentro y alzan sus manos para saludar.
El punto de reunión es el Centro Escolar Altagracia Amador, ese es el primer edificio que se construyó en la comunidad en 1982, y fue hasta el 2003 cuando se amplió una segunda escuela y fue hasta el 2018 que se construyó un tercer edificio para albergar hasta noveno grado. Si los niños y niñas de Potrero quieren seguir estudiando su bachillerato deben salir hasta Santa Elena, en donde caminando con suerte llegan en al menos tres horas.
En la comunidad hay energía eléctrica gracias a las gestiones y alianzas con la ayuda internacional , Corea del Sur y el Instituto de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento, IDECCAS por sus siglas, instalaron paneles solares para 75 familias que aplicaron al proyecto, y la escuela tiene energía que les permite no pasar a oscuras; hay conectividad a internet pero la señal es inestable.
El agua abunda en Potrero, es considerada su bendición; el primer proyecto para llevar agua a las familias fue gracias a Catholic Relief Services CSR por sus siglas junto a la comunidad, ya para el 2006 que la comunidad se había expandido el gobierno local de Santa Elena, gestionó ante el Banco de Desarrollo de Alemania, KFW por sus siglas, un segundo proyecto de agua potable que mejoró el suministro para todas las familias de Potrero y comunidades aledañas.
La frescura de los pinos que emana de las montañas se mezcla con el aroma de la hierba que se pisa junto con el alcapate; la escuela Altagracia Amador se convirtió en espacio para actividades de terapia psicológica grupal dirigida especialmente para el auto cuido de las mujeres y su empoderamiento.
Además de una jornada de croché impartida por los profesionales que son parte del colectivo, a los niños y niñas, se les llevó al campo de fútbol como también realizaron diversas actividades recreativas para incentivar el sentido de compañerismo, solidaridad y unión ; sin faltar la quiebra de piñatas.
La actividad solidaria fue concluyendo con la entrega útiles escolares, alimentos no perecederos, artículos deportivos , medicina , juguetes y ropa para la comunidad donde los abrigos eran los más solicitados, esa tarde nos dijeron que estaba calurosa pues estábamos a unos 16 grados.
Al finalizar la tarde el «Colectivo Solidario Nahuaterique Existe», fue convidado por los líderes y lideresas de la comunidad a compartir bebidas y pasteles donde con turrón se leía el menaje ‘Gracias Hermanos Salvadoreños”, y expresaron que valoraban el esfuerzo del Colectivo por la grata vista.
El colectivo prometió regresar y mantener vivo el espíritu navideño al compartir con sus hermanos hondureños y volver a pintar sonrisas en los rostros de todos; tendrán el próximo año para planificar y volver a hacer el viaje que pocos se atreven a realizar para llevar esperanza a comunidades lejanas y olvidadas por gobiernos locales que sólo les llegan a endulzar el oído en campañas electorales, dijeron algunos habitantes.
Fotoperiodista Óscar Machón conversa con un lugareño.
