(EN NEWS)- William H. Duncan fue ratificado por el Senado de Estados Unidos para ocupar el cargo de embajador de los Estados Unidos en El Salvador.

Duncan fue cónsul general en Monterrey, México y ha ocupado otros puestos en  Asunción, Madrid, Bagdad, la Ciudad de México, Bogotá y Matamoros.

Desempeñó cargos en la Oficina para Asuntos Andinos, la Oficina para Asuntos sobre México, la Oficina para Asuntos de África del Este, la Oficina para Asuntos con Centroamérica y en el Centro de Operaciones del Departamento de Estado.

Su último cargo fue como inspector superior en la Oficina del Inspector General del Departamento de Estado de Estados Unidos.

William H. Duncan es un diplomático de carrera con 30 años de experiencia en la diplomacia estadounidense.

Sus asignaciones en Washington D.C. incluyen las Oficinas de Asuntos Andinos, Asuntos Mexicanos, Asuntos de África Oriental y Asuntos Centroamericanos, así como el Centro de Operaciones del Departamento de Estado.

EEUU no había tenido embajador en El Salvador luego de la salida del exembajador Ronald Johnson en enero de 2021.

De momento no se cuenta con una fecha para la llegada de William Duncan a El Salvador.  Mientras tanto, Katherine Dueholm seguirá como Encargada de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador.

La sede diplomática estadounidense se había mantenido dirigida por encargados de negocios, entre ellos Jean Manes, primera designada por Biden para tender puentes entre Washington y el gobierno de Nayib Bukele, pero las relaciones diplomáticas se tensaron.

Duncan llegará a El Salvador en medio de una tensión diplomática del Gobierno de Bukele con la administración Biden, donde incluso él y sus diputados han atacado a más no poder el Gobierno de Biden.

De ser ratificado, al llegar a El Salvador Duncan enfrentará un reto principal: navegar la difícil relación entre ambos países, producto de los constantes pronunciamientos de Estados Unidos en contra de abusos de poder y la creciente consolidación del poder en El Salvador.

Además, deberá tratar con el presidente Nayib Bukele, quien además de las actitudes poco democráticas ha hecho esfuerzos por tensar el vínculo con Estados Unidos y ha llegado incluso a filtrar conversaciones privadas con representantes de la embajada en su intento por renegar de las condenas estadounidenses. Además, en septiembre acusó al cuerpo diplomático de financiar marchas en su contra.