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DOMINGOS DE POESÍA. AUTORES

Hoy quiero acercaros la poesía de Nicolás Guillén, poeta y periodista cubano, nació en la provincia de Camagüey el 10 de julio de 1902, el mismo año en que la República de Cuba inicia su vida como país independiente. Como afrodescendiente, enmarcó su obra dentro del negrismo y los procesos de mestizaje y transculturación, mismos que denominó como el «color cubano».​

Se inició en el posmodernismo, aunque pronto su producción se inscribió dentro de la llamada línea realista de los múltiples vanguardismos cubanos, cultivando como ningún otro autor la llamada «poesía negra», tendencia surgida en torno a 1930 en las Antillas.

Su poesía se hizo eco también de las inquietudes neorrománticas y metafísicas del momento, como la trascendencia del amor y la muerte, que ocuparon un espacio importante en su obra.

Nicolás Guillén, obtuvo numerosos premios literarios y fue candidato al premio nobel de literatura en 1985.

Hoy disfrutaremos de dos de sus poemas y cerraremos con un tercer poema de mi autoría.

✔Por Mirelha
@mireyaguzmanburgos

 

Poema 1

Alma música

Yo soy borracho. Me seduce el vino
luminoso y azul de la Quimera
que pone una explosión de Primavera
sobre mi corazón y mi destino.
Tengo el alma hecha ritmo y armonía;
todo en mi ser es música y es canto,
desde el réquiem tristísimo de llanto
hasta el trino triunfal de la alegría.

Y no porque la vida mi alma muerda
ha de rimar su ritmo mi alma loca:
aun mas que por la mano que la toca
la cuerda vibra y canta porque es cuerda.
Así, cuando la negra y dura zarpa
de la muerte destroce el pecho mío,
mi espíritu ha de ser en el vacío
cual la postrera vibración de un arpa.
Y ya de nuevo en el astral camino
concretara sus ansias de armonía
en la cascada de una sinfonía,
o en la alegría musical de un trino.

Poema 2
La tarde pidiendo amor

 

 

La tarde pidiendo amor.
Aire frío, cielo gris.
Muerto sol.
La tarde pidiendo amor.

Pienso en sus ojos cerrados,
la tarde pidiendo amor,
y en sus rodillas sin sangre,
la tarde pidiendo amor,
y en sus manos de uñas verdes,
y en su frente sin color,
y en su garganta sellada…
La tarde pidiendo amor,
la tarde pidiendo amor,
la tarde pidiendo amor.

No.
No, que me sigue los pasos,
no;
que me habló, que me saluda,
no;
que miro pasar su entierro,
no;
que me sonríe, tendida,
tendida, suave y tendida,
sobre la tierra, tendida,
muerta de una vez, tendida…
No.

[Sección “Huella Poética ” bajo la dirección de Mireya Guzmán Burgos escritora de nacionalidad española. @mireyaguzmanburgos.
Escribe poesía bajo el seudónimo de Mirelha]