Europa Press

(EN NEWS) – En Barcelona, España, se ha encendido las alarmas policiales, para investigar la llegada de mareros salvadoreños que huyen del régimen de excepción y pretenden instalarse en otras ciudades como Madrid.

Fue a principios de este mes de febrero cuando la Policía española desarticuló una célula de la ‘Mara Barrio 18’, que pretendía implantarse en Barcelona. Durante la operación fueron detenidos 15 pandilleros, la mayoría hondureños que huían de El Salvador.

La Policía definió al grupo como “jerarquizado, estructurado, con roles muy definidos y un rígido código de conducta cuyo incumplimiento acarrearía severos castigos”. Todas estas son características que definen el modo de operar de estas bandas, que se distinguen de otras bandas latinas en que, por lo general, su adscripción es de por vida.

Su crueldad extrema es otro de sus rasgos identificativos.

En general, las maras se financian gracias a la extorsión, cobrando una cuota periódica a parte de la población bajo amenaza de muerte, o recurriendo a prácticas como el secuestro o el asesinato por encargo. En ocasiones emplean el dinero generado para invertir en negocios como bares y restaurantes.

A través de pequeñas células o ‘clicas’ tratan de hacerse con el control de los barrios. Las principales maras salvadoreñas son la Mara Salvatrucha (MS-13), y el Barrio 18, que terminó dividiéndose en la 18-Sureños y la 18 Revolucionarios.

El rasgo más característico de las maras salvadoreñas son los tatuajes de sus miembros, que portan como símbolo de prestigio, experiencia y compromiso. Entre ellos destacan las lágrimas negras, una por cada amigo o familiar muerto. Dentro de Barrio 18, son comunes tres puntos en forma de pirámide que simbolizan sexo, droga y mujeres; en MS-13 son también comunes, pero en forma de pirámide invertida.

Evitar la implantación de las bandas latinas en Madrid se ha convertido en una prioridad para las autoridades españolas. Sólo durante el año pasado se produjeron 1, 860 detenciones, 166, 681 identificaciones y 980 incautaciones de armas en el marco del plan antibandas puesto en marcha por la Delegación del Gobierno a instancias de la Comunidad de Madrid.

En la actualidad siete grandes bandas latinas se disputan el territorio madrileño. A este ‘juego de tronos’ se ha incorporado más recientemente la salvadoreña Mara Salvatrucha en asociación con La 18. Aunque en estos momentos se trata de una asociación minoritaria, se prevé su crecimiento debido a la llegada de nuevos miembros desde El Salvador.

Ya el año pasado, el Gobierno de Ayuso trajo expertos de Centroamérica para enseñar a la Policía a frenar a las bandas latinas. Junto a los analistas del Instituto de Formación Integral en Seguridad y Emergencias (IFISE), se expuso un estudio enfocado especialmente en la desarticulación de las maras. Aunque en el ecosistema madrileño este tipo de bandas son todavía minoritarias, el éxodo de pandilleros procedentes de El Salvador ha encendido las alarmas de las autoridades por miedo a su instalación en países como España.

La llegada de Nayib Bukele al poder en El Salvador se ha convertido en un infierno para las maras, las bandas criminales que durante años convirtieron al país en uno de los más violentos del mundo. El año 2015 fue el peor de su historia con más de 6.600 homicidios, una cifra espeluznante si se tiene en cuenta que la población de El Salvador es inferior a la de la Comunidad de Madrid.