DOMINGOS DE POESÍA. AUTORES

Luis de Góngora y Argote, nació en Córdoba en julio de 1561 poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo exponente de la corriente literaria conocida más tarde como culteranismo o gongorismo.

Disfrutaremos de dos de sus poemas, el primero, es lírico, uno de los más conocidos y que nunca terminó. Nació como un proyecto dividido en cuatro partes que iban a llamarse «Soledad de los campos», «Soledad de las riberas», «Soledad de las selvas» y «Soledad del yermo».Cerraremos con un tercer poema de mi autoría.

Podéis mostrar vuestro apoyo en nuestras cuentas de Instagram @ennews.sv @mireyaguzmanburgos y Facebook.

✔Por Mirelha
@mireyaguzmanburgos

Poema 1

Soledad primera (Fragmento)

Era del año la estación florida

En que el mentido robador de Europa
–Media luna las armas de su frente,
Y el Sol todo los rayos de su pelo–,
Luciente honor del cielo,
En campos de zafiro pace estrellas,
Cuando el que ministrar podía la copa
A Júpiter mejor que el garzón de Ida,
–Náufrago y desdeñado, sobre ausente–,
Lagrimosas de amor dulces querellas
Da al mar; que condolido,
Fue a las ondas, fue al viento
El mísero gemido,
Segundo de Arión dulce instrumento.

Del siempre en la montaña opuesto pino
Al enemigo Noto
Piadoso miembro roto
–Breve tabla– delfín no fue pequeño
Al inconsiderado peregrino
Que a una Libia de ondas su camino
Fió, y su vida a un leño.
Del Océano, pues, antes sorbido,
Y luego vomitado
No lejos de un escollo coronado
De secos juncos, de calientes plumas
–Alga todo y espumas–-
Halló hospitalidad donde halló nido
De Júpiter el ave.

Poema 2
Ni este monte, este aire, ni este río

Ni en este monte, este aire, ni este río
Corre fiera, vuela ave, pece nada,
De quien con atención no sea escuchada
La triste voz del triste llanto mío;

Y aunque en la fuerza sea del estío
Al viento mi querella encomendada,
Cuando a cada cual de ellos más le agrada
Fresca cueva, árbol verde, arroyo frío,

A compasión movidos de mi llanto,
Dejan la sombra, el ramo y la hondura,
Cual ya por escuchar el dulce canto

De aquel que, de Strimón en la espesura,
Los suspendía cien mil veces. ¡Tanto
Puede mi mal, y pudo su dulzura!

[Sección «Huella Poética » bajo la dirección de Mireya Guzmán Burgos escritora de nacionalidad española. @mireyaguzmanburgos]

 

 

 

 

 

 

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com