(EN NEWS) – Es un hecho: una mayor temperatura nos hace sentir más incómodos. Sin embargo, algunos estudios realizados desde hace décadas ofrecen un ángulo más siniestro de este efecto: también nos hace más violentos.
Decenas de estudios señalan que, cuando el termómetro supera los 27 °C, los crímenes violentos, los disturbios y los suicidios aumentan, sobre todo en las ciudades con alta concentración de habitantes.
“Las altas temperaturas sí influyen en la conducta violenta, causan irritabilidad en el comportamiento humano y afectan la interacción social”, apuntan las expertas de la Facultad de Psicología Emilia Lucio Gómez-Maqueo y Patricia Ortega Andeane.
De acuerdo con un estudio publicado por la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, en México los crímenes se incrementan alrededor de 1.3 por ciento por cada grado que aumenta desde la temperatura considerada cómoda para el ser humano, la cual fluctúa entre los 20 y 25 grados.
“Los efectos psicológicos aparecen fuera de la zona de confort del cuerpo humano, entre los 20 y los 25 grados. Análisis adicionales muestran que un número significativo de crímenes relacionados con el clima pueden ser explicados por un consumo de alcohol más alto (en un 9 por ciento), y se incrementa aún más durante los fines de semana, en un 17 por ciento. Además, un 28 por ciento de los crímenes se realizan en la noche”, señala el estudio.
La cantidad de denuncias también es reveladora. De acuerdo con el estudio, en el país aumentan en un 3.3 por ciento por cada grado las denuncias de crímenes en los días más calurosos.
¿Aumenta la violencia de género en los días calurosos?
Cada año, los crímenes llamados “pasionales” aumentan en España de manera importante durante los meses más calurosos del año de forma exponencial. Esto ha hecho que se realicen numerosos estudios para determinar si el clima tiene alguna relación con dichas agresiones.
Al parecer, la respuesta es afirmativa. Los datos revelados por la Universidad Carlos III de Madrid detallan que las denuncias por violencia doméstica aumentan drásticamente durante los días calurosos e incluso las agresiones suben días después de una ola de calor.
“Nuestros resultados sugieren que las olas de calor están asociadas con un incremento en reportes de violencia de género. El efecto de un incremento en la violencia se retrasa en el tiempo, con diferencias con respecto a los indicadores de violencia analizados.
“Cuando la temperatura supera los 34 grados, las llamadas telefónicas por violencia doméstica aumentan un día después de la ola de calor; tres días después, el índice de denuncias oficiales se dispara, mientras que los feminicidios se incrementan cinco días después”, señala el informe.
El nivel de feminicidios es aterrador: el informe español señala que aumentan en un 28 por ciento durante las fechas más calurosas.
A mayor temperatura, más suicidios
Otro de los efectos nocivos del calor suele ser el aumento en la tasa de suicidios. De acuerdo con datos del Inegi, los meses con temperaturas más altas, y las entidades que las registran, suelen tener un mayor número de autoatentados contra la vida.
“La tasa de suicidios se incrementa en los meses de calor en entidades muy cálidas como Tabasco, Campeche o Sonora, aunque se trata de un problema multifactorial de salud”, explican las expertas Emilia Lucio Gómez-Maqueo y Patricia Ortega Andeane.
De acuerdo con las investigadoras de la Facultad de Psicología de la UNAM, factores como el social, el económico e incluso la salud mental son otros elementos a tomar en cuenta para un diagnóstico sobre el aumento de suicidios.
“Los datos de suicidios en México proveen más evidencia sobre que los factores psicológicos explican de mejor manera la relación entre temperatura y violencia. Los suicidios, que podrían ser pensados como violencia intrapersonal, son conocidos por estar fuertemente influenciados por factores psicológicos.
“Demostramos que la relación entre suicidios y temperatura en México replica fuertemente las respuestas de violencia interpersonal e intergrupal: la respuesta es lineal, contemporánea, común sin importar la región, no influenciada por variables económicas y solamente afectada por las altas temperaturas”, señala un estudio realizado por la Universidad de California en Berkeley.