(EN News) – Esta mañana de lunes 18 de septiembre se conversó con el criminólogo Ricardo Sosa, en la entrevista Diálogo 21 donde habló sobre la salud mental en El Salvador y los suicidios sus causas y como se deba enfrentar este problema.

El criminólogo señaló que la salud mental es una prioridad para la Organización Mundial de la Salud, y para la OPS, Organización Panamericana de la Salud, indicando que dentro de la salud mental está la prevención del suicidio, y señaló que durante muchos años se ha creído que el suicidio solo afecta a personas con trastornos mentales lo cual no es cierto.

Sin embargo, señaló que la persona que se suicida, realmente no quería morir sino parar un sufrimiento extremo que lo lleva a un nivel de desesperanza pues no tenía un proyecto de vida, ni redes de apoyo. Dijo que el año pasado los suicidios en el mundo superaron todas las muertes por conflictos armados con una tasa de 12 a 14 suicidios por cada 100 mil habitantes, al cierre del 2022.

Señaló que el 80% de los suicidios registrados pertenecen a hombres y entre el 30 y 20% son mujeres y en América Latina se está cerrando con más o menos con 100 mil suicidios al año.

Apuntó que las muertes violentas no solo son los homicidios, sino que en las muertes violentas tenemos los suicidios, los accidentes de tránsito y también los feminicidios. Indicó que en el caso de los homicidios están los que se generan por violencia intrafamiliar y los ocurridos por la violencia social o conocido como violencia comunitaria.

Con el caso de los suicidios son unicausales por aspectos psicológicos de salud mental, aspectos biológicos y aspectos sociales o comunitarios, e indicó que cuando se registra un suicidio en una familia, la posibilidad de que exista otro suicidio en el entorno familiar aumenta en un 50 o 70% de probabilidades.

Apuntó que se ha estudiado durante una década que existen señales de las personas que están solicitando apoyo, solicitando la ayuda, lo que pasa es que estamos tan involucrados en nuestros quehaceres y en los centros de trabajo no nos damos cuenta como están los compañeros o compañeras, que afecta especialmente en el nivel de la juventud entre 15 y 29 años, en segundo tramo están las personas de los 30 a los 35 años y luego de los 35 a los 40 años.

Indicó que muchas veces los suicidios en las familias se dan por la falta de un adulto significativo en casa, como la madre, el padre, los tíos y los “chicos y chicas” en casa no tienen la suficiente valoración sobre su identidad y esta identidad, desde la criminología, se debe trabajar desde los cero, hasta antes de cumplir los 8 años que es lo que se reconoce como primera infancia.

Pero apuntó que en nuestra sociedad existe violencia familiar, violencia comunitaria, violencia política, aspectos que en estos tiempos se le ha denominado bulit, y antes se conocía como “bola negra”, cundo a alguien en los colegios o escuelas no se le hablaba y se le marginaba lo que afecta la identidad de los niños y niñas o de jóvenes hombres y mujeres.

Indicó que otros factores de riego son las familias desintegradas, uniones que están durando menos de tres años y los niños o niñas quedan al cuido de uno de los padres lo que es dañino para su formación, además a esto se suma las redes sociales donde existen prácticas de acoso y ataques para los jóvenes lo que complica más el problema.