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El milagroso rescate de Pimpón que finaliza con una amorosa adopción

(EN NEWS) El cachorrito rescatado de las calles de Santa Ana logró ser adoptado por una familia de gran corazón tras más de un mes de convalecencia y convivir con otros perros rescatados por la autónoma. Su compasivo corazón y su espíritu juguetón ahora conquistarán a sus nuevos tutores.

Pimpón fue un estandarte para la misión del Instituto de Bienestar Animal (IBA) pues su caso conmocionó las redes sociales oficiales de la autónoma y consternó a los equipos técnicos y veterinarios que atendieron su caso en Santa Ana. La imagen de un can en la calle, sin pelaje y con una piel destrozada impactó tanto a las audiencias que su recuperación es -casi- inconcebible, tanto que muchos no creen que sea el mismo perrito.

La orden del presidente de la autónoma, Guillermo Hasbún, de ponerlo a salvo y la inmensa dedicación y los cuidados especiales del equipo veterinario de la autónoma permitieron que este cachorro de aproximadamente ocho meses lograra que su cuerpo esquelético y su dañada piel se reestablecieran y ahora sean solo un mal recuerdo.

 

Luego de una convalecencia de más de un mes, el IBA logró dar en adopción a este juguetón perrito. La familia Medina cumplió con todos los requisitos que solicita la autónoma y un sábado de agosto firmaron papeles para llevar a casa al cariñoso Pimpón.

La idea de acoger a un nuevo can ya había sido contemplada por la familia, luego de que una de sus mascotas falleciera a los 18 años. El matrimonio consideró que sería una buena compañía para ellos y el otro perrito longevo y de semblante serio que había quedado.

“Me di cuenta de que el perrito demostraba bastante agradecimiento al personal veterinario, es un perrito super fiel y agradecido. Ha hecho una importante conexión con mis dos hijos”, comentó Susana Medina, la nueva tutora responsable de este can.

Pero Pimpón no solo congenió con sus propietarios sino también con Ponyo, un cachorrito que fue regalado a la familia un día antes de que Pimpón llegara a su nueva casa. “Han hecho una gran dupla”, reconoció Medina.

De acuerdo con la Gerencia Operativa y su área de adopciones, el proceso de aplicación no es engorroso, pero sí minucioso. El objetivo no es que las personas se desanimen, sino que requieran un compromiso de responsabilidad para tener una adopción de éxito y cerrar de la mejor forma el cruel ciclo del abandono. Pimpón es el claro ejemplo de que las nuevas oportunidades son posibles y cambian vidas.