DOMINGOS DE POESÍA. AUTORES

Carlos Oroza nació en 1929 en Viveiro (Lugo). Vivió entre los años cuarenta y setenta en Madrid, donde se dedicó exclusivamente a la poesía, y se conviertió en un destacado poeta conocido por sus excelentes recitales.

Considerado como uno de los mejores poetas orales que han existido en el siglo XX y hasta la actualidad, y con una vida rodeada de misterio. Carlos Oroza fue poeta, pero también fue actor, dibujante y pintor, un auténtico creativo.

Disfrutaremos de uno de sus poemas y un poema de mi autoría, que podréis leer desde esta misma web.

✔Por Mirelha
@mireyaguzmanburgos

Poema

Se prohíbe el paso

Se prohíbe adelantar la brisa hacia esta orilla
hay temor y se prohíbe el paso
se prohíbe el paso.

Atelaida está muriendo en el hombre en una tremenda muerte dividida a la espalda del mundo
Se prohíbe el paso.

Atelaida está anidando su tisis -su grave tisis de silencio-
Se prohíbe el paso.

Las ruedas de la vida se sostienen en el aire
Se prohíbe el paso.

El grito de la libertad ha muerto intacto
las llaves de las cárceles de Atelaida están más allá de las fronteras.
Se prohíbe el paso al aire de nuestro pueblo.

El aire de nuestro pueblo cayó en un punto de eternidad en la frontera
como un peso de niño de extrañas avenidas.

Semáforo ¡Cuidado!

Hay temor y se prohíbe el paso
aquí se le cortó la gracia al viandante
el reflejo de una bayoneta rompe las alas de un pájaro
un pez se suicida en el aire.
Se prohíbe el paso.

Un niño temeroso y triste pasa
pasa con sus dos vidas entre el hombre
es el rostro de un pueblo que se limpia con el gesto del tiempo.
Se prohíbe el paso.

En esta avenida se celebra el crimen cada año
y desfilan los héroes achatados con sus laureadas y sus zapatos de pisar niños.
Se prohíbe el paso.

En este trozo de mundo se sientan los santos y los obispos,
los místicos y los asesinos.
¡Todo el gran grito de la contrición!
La reserva moral de treinta y tantos años
los inquisidores y los tiranos de entonces y los verdugos actuales.

Semáforo ¡Cuidado!

No saltes hermanos de esta orilla a la otra orilla
el cielo está al habla con la policía
el cielo baja a los tejados para ametrallarte
No dejes que con tu limpia sangre con tu inmensa sangre roja limpien sus pálidos crepúsculos.

Espera, hermano, espera,
el cielo está al habla con la policía
el cielo baja a los tejados para ametrallarte.

[Sección «Huella Poética » bajo la dirección de Mireya Guzmán Burgos escritora de nacionalidad española. @mireyaguzmanburgos]

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